COLUMNA INVITADA

La segunda mitad

En la política, el único bien no renovable es el tiempo. Cuando se llega al meridiano cronológico del sexenio, inevitablemente el fin se acerca

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La manera como el hombre percibe el tiempo es una de sus características fundamentales. No es un tema exclusivo de la física o la biología, sino terreno fértil para la filosofía y la literatura. Martin Heidegger, el filósofo más importante de la primera mitad del siglo XX, reflexiona ampliamente respecto a esta circunstancia.

Al preguntarse por el sentido del ser, utiliza tres conceptos centrales de su pensamiento: Dasein, tiempo y mundo. Qué decir de la maravillosa obra de Marcel Prust, “En busca del tiempo perdido”, máximo exponente del romanticismo francés, cuya influencia marcó la literatura y el pensamiento  de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

¿Para qué citar a un filósofo y a un escritor en una columna política? Parece pretencioso y hasta de mal gusto mencionar estos nombres para escribir unas líneas de lo que podría venir en la segunda mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Más que especular sobre signos ocultos o tratar de leerle la mente al Presidente, considero que la forma de cómo perciba biológica, emocional y racionalmente el tiempo definirá su comportamiento y será un factor de sus principales decisiones políticas, entre éstas, quién pretenda que sea su sucesor.

En la política, el único bien no renovable es el tiempo. Cuando se llega al meridiano cronológico del sexenio, inevitablemente el fin se acerca. Al inicio, la percepción del tiempo se  mide por los proyectos y los cambios a impulsar; en la segunda, por lo que ya no podrá realizarse. Hay depresión, en algunos casos frustración, revisión de las acciones realizadas, en momentos  arrepentimiento y quizá, se abre la caja de los malos pensamientos.

Dicen que el hombre es feliz porque no sabe la fecha de su muerte, en la política no es así, en México se sabe cuando se deja el poder. No importa que tan popular sea el mandatario López Obrador al llegar a la mitad de su gobierno, si en la consulta de revocación de mandato es ratificado con un altísimo porcentaje, si Morena gana más gubernaturas. En 2024, dejará el poder y los protagonistas serán otros.  

Lo que podríamos ver en los próximos meses y años será al hombre que habita en el Palacio más presionado por el tiempo, espero que no angustiado, hasta que asimile que su momento  terminó y logre reinventarse. Los verdaderos estadistas, se preparan y luchan para ser, pero también para ya no ser.

¿Y el resto cómo percibirá el tiempo en la segunda mitad del sexenio? Sus seguidores como un suspiro, sus opositores como una noche larga.

¿Cómo percibirá el tiempo Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal? ¿Falta mucho, falta poco? ¿Y la oposición, le alcanzará el tiempo para construir un candidato? Tú, ¿cómo percibes la segunda mitad de sexenio? La política es de bronce.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO Y ASESOR PARLAMENTARIO

@ONELORTIZ

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