La impartición de justicia en México siempre queda a deber, en todas sus instancias, oscila cómo un péndulo que va de la incompetencia y falta de preparación de los jueces a la enorme corrupción solapada por los tribunales superiores. La falta de jueces honestos y justos ha sido la principal barrera para lograr la igualdad, equidad y la confianza entre los mexicanos. Además inhibe la inversión e impide la creación de prosperidad en México. Quienes desean invertir en el país, ya sean nacionales o extranjeros, temen fundadamente al arriesgar su dinero en nuestro país, ya sea por la delincuencia organizada en especial en el rubro del derecho de piso y el robo, ya como la falta de respeto al estado de derecho por parte de quienes están obligados a hacerlo valer y defenderlo. En México los contratos se violan y los jueces juzgan de acuerdo a sus intereses, ya sea por dinero, poder o simplemente para nos ser perseguidos política y penalmente. Todo sería perversamente normal, si no tuviéramos celebrados tratados internacionales en especial con Estados Unidos y Canadá, donde los tribunales mexicanos no son los únicos que juzgan las relaciones jurídicas y menos la negación de justicia.
El nuevo modelo eléctrico y las viejas costumbres
Sergio Sarmiento, documentó un caso que sirve de ejemplo claro, el 20 de septiembre un tribunal arbitral estadounidense condenó a México a pagar 47 millones de dólares, más intereses y costas judiciales, a un fondo de inversión canadiense llamado Lion Mexico Consolidated L.P.
Después de un largo litigio, lleno de tintes mexicanos, es decir con indebida valoración de pruebas, trampas toleradas, documentos falsos, notarios comprados y jueces condescendientes; esta empresa perdió el juicio, y le fue negado el derecho a impugnar en alzada, desde luego, tuvo que acudir a un tribunal estadounidense buscando ser oída. Demandó al Estado Mexicano por denegación de justicia y dicho tribunal declaró procedente la acción en contra de México por violar el artículo 1105 del TEMEC, caso inédito, es la primera y desde luego no será la última vez, que un tribunal internacional condena al Estado mexicano por las sombras de su sistema de justicia. Vienen otras demandas en camino por ejemplo el Fondo de Inversión Amerra Capital Management, LLC, y la minera First Majestic Silver de Canadá, y las petroleras Finley Resources, MWS Management y Prize Permanent Holdings.
El gobierno mexicano lanzó una convocatoria para contratar asesores legales extranjeros, como veo las cosas, nos urge, lo vamos a necesitar. Sin embargo, sería más afortunado mejorar a nuestros jueces, pagarles más y mejorar sus sistemas de elección, donde es a todas luces un nido de corrupción en cuanto a la forma de elegirlos, nunca existirá justicia si quienes se encargar de impartir resultan injustos, ya sea por corruptos o por incompetentes.
POR JOSÉ LAFONTAINE HAMUI
ABOGADO
@JOSE_LAFONTAINE
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