Cuando decimos que existe una crisis azul, no nos referimos al momento por el que atraviesa la Máquina celeste del Cruz Azul, equipo todavía campeón del futbol mexicano, sino al papel del PAN, en concreto, de su líder, Marko Cortés.
Marko no las trae todas consigo, por una parte se va de la lengua y en reunión privada adelanta, como todos lo sabemos, que tiene pocas posibilidades de ganar alguna gubernatura en 2022.
Reconoció el presidente nacional del PAN, de acuerdo con un audio dado a conocer recientemente, que su partido sólo podría ganar Aguascalientes. En la grabación anticipa la derrota en Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca.
Esto causó molestia en otros líderes, como es el caso del exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, quien señaló que la derrota anticipada, en política, es entreguismo.
La verdad es que Marko Cortés está muy verde o de plano ya se pasó de…mediocre. Y ahora, claro, la crisis panista queda evidenciada una vez más, pues varios de sus “líderes” rechazaron la invitación que les hizo el propio Cortés para colaborar como coordinadores territoriales en las elecciones de 2022.
A algunos de los invitados ni siquiera se les avisó personalmente, se enteraron por las redes sociales, lo cual es lamentable, ridículo y demuestra cero políticas en el interior del PAN. Así que Damián Zepeda, Adriana Dávila, Francisco Domínguez y Gerardo Priego han manifestado públicamente que no aceptarán la invitación bajo un común denominador: no participar en alguna actividad con la actual dirigencia de Acción Nacional, con la que no están de acuerdo.
El que no se ha pronunciado públicamente es Roberto Gil Zuarth, pero es un crítico de la actual dirigencia, incluso ha señalado que no les mueve que gane o crezca el partido, sino que los suyos secuestren las candidaturas y los cargos.
Independientemente de estar de acuerdo o no con la actual dirigencia, es probable que don Roberto no tuviera tiempo de atender la invitación, ya que, hasta donde sabemos, debe ocuparse de unos pendientes en la UIF, que dejó recientemente Santiago Nieto.
En otras palabras, la operación cicatriz del líder del PAN, al invitar a seis de sus detractores a ser delegados y coordinadores para 2022, a través de redes sociales y hasta por WhatsApp, no funcionó.
Sumemos las bajas que ha sufrido el PAN en el Senado, con las renuncias de Martha Márquez y Judith Vázquez. En fin, que algo pasa en el interior del organismo político y, al parecer, su líder no está a la altura del compromiso. De las formas, y los códigos más básicos y elementales en la política, ya ni hablamos.
La oposición, y concretamente el PAN, carecen a la fecha de candidatos de cara a 2024, además de que hay diferencias internas que parecieran no atender ni entender, ya que, si quieren ser competitivos, tienen que llegar unidos.
Falta poco para 2024, si quieren tener alguna oportunidad tendrán que buscar un buen candidato, sea militante o no. Y, sobre todo, dejarse de pugnas internas.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
@EDUARDO84888581
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