El 31 de octubre comenzará en Glasgow, Escocia, la COP 26 o reunión de 192 Estados parte de la Convención sobre el Cambio Climático. Se espera la presencia de varios jefes de Estado y de gobierno, entre ellos, Joe Biden. Desde ahora se sabe que estarán ausentes Putin, Narendra Modi, Xi Jinping, Bolsonaro y el presidente López Obrador. Indicio poco alentador, pues tan sólo EU, China e India son responsables de una tercera parte de los gases de efecto invernadero.
Ayer se presentó un diagnóstico sobre los compromisos de los países para cumplir con la meta de que la temperatura de nuestro planeta no se eleve más de 2°C, preferiblemente, no más de 1.5° hacia fines del siglo.
El informe es parcialmente optimista. Después de analizar las nuevas promesas de Contribución Nacionalmente Determinadas (CND o NDC) de 165 países, dice que se espera una reducción de 9% de las emisiones para 2030, en comparación con 2010, y de 83% para 2050. Sin embargo, en este momento, la tendencia real es un incremento de las emisiones de 16% y que hacia fin de siglo la temperatura podría aumentar más de 2.7° C. La mexicana Patricia Espinosa, secretaria de las negociaciones, declaró: “No estamos donde la ciencia dice que deberíamos estar”.
Los países desarrollados no han cumplido con el compromiso de canalizar 100 mil millones de dólares a los proyectos de combate al cambio climático. En mayo subrayé que las metas mexicanas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero estaban por debajo de las expectativas.
México sometió en diciembre de 2020 su propuesta de nuevos compromisos o CND, esencialmente la misma que en 2015: reducir 22% sus emisiones y hasta un 51% de carbono negro para 2030, en comparación con la tendencia prevista en años anteriores.
Eso lo haría sin cooperación internacional o bien reducir 36% de emisiones de GEI y 70% de carbono negro, si cuenta con financiamiento internacional a bajo costo.
Pero México elevó las cifras de emisiones estimadas para 2030 lo que, en la práctica, significa que en lugar de incrementar sus ambiciones en materia de mitigación, las disminuyó. Los expertos consideran que la propuesta reforma constitucional al sector eléctrico y la suspensión de las subastas eléctricas dificultarán aún más la transición energética en México hacia fuentes renovables.
La ONU y varios gobiernos han pedido ser más ambiciosos. Se espera que algunos presenten nuevas metas de reducción de emisiones. México se sumará en Glasgow al Compromiso Mundial sobre el Metano, un gas más contaminante que el propio CO2. Es una buena noticia, pero no suficiente.
Según expertos, México no logrará cumplir sus compromisos de limitar sus emisiones a 773 millones de toneladas para 2030 ni producir 35% de su energía de fuentes renovables para 2024.
La secretaria de Energía afirmó que sí lo haremos. ¿Han escuchado la posición de la titular de Semarnat? ¿Qué presentará la delegación mexicana en Glasgow?
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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