“Distracción en el diálogo nacional. Cuando la población de un país puede ser distraída en asuntos intrascendentes o con la repetición de un mensaje desgastado y sin resultados, es signo de poca madurez o de falta participación social en los asuntos que nos afectan a todos, lo que afecta el futuro del país y lo que le da fortaleza y sustento institucional. Si el diálogo cotidiano se da alrededor de obviedades, pifias y decires, y falta el diálogo serio para superar la más cruda realidad de la pobreza, la corrupción política, la recuperación del crecimiento, la seguridad nacional, la protección de las libertades y la democracia, así como la convivencia pacífica y la confianza, el país no va hacia adelante. Esta distracción, hará que la realidad nos sorprenda y sea más difícil corregir o recuperar el tiempo perdido”.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE