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Reforma al sistema de pensiones: Bemoles

OPINIÓN

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Sin duda es una buena noticia tener una reforma pensionaria que permita aumentar el monto del ahorro para el retiro y por ende, los recursos para la pensión. Es también positivo que se haya llegado a un acuerdo sobre este complejo tema entre el gobierno federal, el sector privado y el sector de los trabajadores.

Hace casi un cuarto de siglo se realizó la primera reforma profunda al sistema de pensiones de nuestro país que, instrumentada en 1997, le dio viabilidad a las pensiones de todos los cotizantes al IMSS y 10 años después en 2007, sucedió lo mismo para los cotizantes al ISSSTE.

Se cambió del esquema en donde el gobierno pagaba todas las pensiones año con año, a uno en donde el ahorro tripartita, a través de contribuciones del trabajador, el patrón y el gobierno depositadas en una cuenta individual en la Administradora de Fondos para el Retiro (AFORE), financiaría la pensión.

Esto le daría sustentabilidad financiera al sistema de pensiones del país sobre todo a partir de dos factores: que en los 1970s habían mas de 20 trabajadores en activo por cada pensionado y hoy esa proporción es de 5 a 1; y que ahora la expectativa de vida es mucho mayor, es decir, los adultos mayores deben mantenerse más tiempo con sus recursos pensionarios.

Ambas reformas fueron buenas y necesarias. Era indispensable hacer viable financieramente el pago de las pensiones en nuestro país, ya que han habido países cuyas finanzas públicas han quebrado (Grecia por ejemplo) por no realizar estos cambios de manera oportuna.

No obstante, con un ahorro para quienes cotizan al IMSS de 6.5% del salario base de cotización y para quienes lo hacen al ISSSTE de 11.3%, no se alcanzará una pensión adecuada. Es urgente por ende, una siguiente reforma que de suficiencia a las pensiones de los mexicanos.

La reforma planteada actualmente es un paso en la dirección correcta al elevar en el tiempo las contribuciones a 15%, el aumento es absorbido por el patrón de manera progresiva en el tiempo, y se reducen casi a la mitad los requisitos de las actuales 1,250 semanas de cotización que se necesitan para ser susceptible de obtención de pensión.

Es indispensable ahorrar más para incrementar la pensión y es necesario bajar el requerimiento de semanas cotizadas para que más mexicanas y mexicanos accedan a una pensión. [nota_relacionada id=1172081]

Alerto sin embargo sobre varios puntos que habrán de solventarse en la discusión sobre estas reformas: las tentaciones de nacionalización total o parcial de los recursos que son propiedad privada y exclusiva de los trabajadores de México (ya hubieron planteamientos en ese sentido sobre todo para que el Banco del Bienestar concentrara todos o parte de los recursos); el que una mayor contribución por parte de los empleadores encarezca el trabajo formal en el país y por ende se incentive esquemas de trabajo informal; la delicada situación económica actual donde no se encuentra aún una ruta para el crecimiento económico y se ha provocado el cierre de empresas con el consecuente efecto en el desempleo, lo que exacerba el problema de las contribuciones intermitentes al sistema de pensiones que generan menos ahorro para el retiro; y que se abre una caja de pandora donde las ocurrencias y los intereses que pueden desviar el proceso legítimo y genuino de mejora al esquema pensionario del país.

POR VANESSA RUBIO
COLABORADORA
@VRUBIOMARQUEZ

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