EN MEMORIA DE MI MADRE.
Reportes de inteligencia del gobierno federal advierten de un activismo inusual del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas y prevén que en breve este tema dará mucho de qué hablar.
No descartan, incluso, que antes de que concluya el año tomen algunas cabeceras municipales, provocando daños mayores a los que ocasionaron cuando se levantaron en armas el 1 de enero de 1994. El gobierno maneja con mucho sigilo esta información, pero cuenta con indicios que les hacen suponer que la capacidad de fuego de los zapatistas es mayor actualmente, por las alianzas y acuerdos que han logrado con otros grupos. Nadie se atreve a decir si la delincuencia organizada los auspicia, pero es algo que no descartan por completo, aunque tampoco desechan la idea de que personajes de la política y derivaciones de grupos nuevos estén involucrados, como el Ejército Revolucionario Indígena (ERI). De lo que sí tienen certeza es de que el EZLN está en contra de los gobiernos federal y de Chiapas, encabezado por el morenista Rutilio Escandón, quien tiene en total abandono al estado y rompió alianzas con personajes clave de la política estatal, como el exgobernador Manuel Velasco.
La falta de atención a pueblos indígenas, así como los problemas familiares del mandatario, junto con el desdén de la 4T con diversos temas, como el Tren Maya, son parte también de los cosas que han motivado el nuevo “despertar” de los zapatistas.
El 17 de agosto, por ejemplo, el ERI, surgido en las montañas de Ocosingo, exigió el retiro de la Guardia Nacional y del Ejército, y anunció la formación de un autogobierno indígena, con la amenaza de que si no se repliegan las fuerzas federales, tomarán “acciones bélicas”.
Lanzaron una “Primera Declaración de Guerra” con 13 puntos, en los que se manifiestan en contra del T-MEC y piden el retiro de programas sociales. Cuatro días después, el 21 de agosto, indígenas tzotziles de Aldama anunciaron la creación de grupos de autodefensa, para hacer frente a bandas que tienen asoladas a sus comunidades. Informaron que buscarán una alianza con el EZLN y grupos de autodefensa de Chiapas y otros estados. Por otro lado, el sábado hubo un conflicto entre la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo y simpatizantes del EZLN, derivado de incendios provocados en bodegas cafetaleras propiedad de zapatistas, en el municipio autónomo “Moisés Ghandi”. Todo esto, me dice una fuente cercana al gobierno, se ha convertido en caldo de cultivo para un conflicto mayor en el sureste, situación que, de no ser controlada a tiempo, amenaza con convertirse en el Waterloo de la 4T, en la que ni el mejor López-Gatell del gobierno será capaz de administrar la crisis derivada del conflicto armado que se gesta otra vez en la selva chiapaneca.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno solo”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ
jram