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Doña Panela

Lamentablemente la broma no resultó tan divertida y un sinnúmero de usuarios calificaron a la patrona como clasista

OPINIÓN

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TikTok, el segundo virus chino más peligroso del mundo, fue de nuevo la cepa de infección en las redes sociales esta semana, cuando una mujer conocida como Lady Comedia decidió hacerle una “pequeña e inofensiva” broma a su empleada doméstica. El problema fue que la broma resultó ser demasiado blanca.

La idea era simple, ella mandaría a su empleada, Silvia, a comprar un queso panela y a su regreso la regañaría porque no le había encargado uno, sino cinco quesos panela.

“Se acaba de bajar la señora que trabaja conmigo, Silvia, a comprar queso panela. Siempre venimos por un queso panela, pero esta vez le voy a decir que por qué no compró cinco, que yo le dije que cinco. A ver cuál es su reacción, ¿va?”, dice la mujer en el video.

Después de algunos segundos de incomodidad en la cara de Silvia, su patrona y consumada tiktoker termina por decirle que todo se trató de una broma y que ahora era parte de la familia. Lamentablemente la broma no resultó tan divertida para la internet y un sinnúmero de usuarios calificaron a Marisa, la patrona, como clasista, racista y whitexican. Pero vamos aclarando las cosas: La patrona no es Hitler, pero claramente tampoco es Chespirito. No tenemos ninguna evidencia de que la mujer sea racista y tal vez lo único que intentaba es hacer una broma muy mensa que terminó exhibiendo los privilegios que viven algunos mexicanos sobre otros.

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Anoche platiqué con Maricela Bautista, la premio nacional por la igualdad y no discriminación y fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar acerca de los abusos y discriminación que reciben más de 2.5 millones de trabajadoras del hogar todos los días, y es que 99 de cada 100 trabajadoras domésticas continúan viviendo en la informalidad y casi la mitad no gana siquiera un salario mínimo y 75 por ciento no recibe ningún tipo de prestación. 

No tienen un horario de trabajo establecido, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni el derecho a la atención médica. Y lo peor, existen miles de niñas que “acompañan” a sus madres y trabajan jornadas que duran más de ocho horas, a cambio de comida y una propina. Y por la pandemia de COVID-19, muchas empleadas domésticas fueron despedidas sin recibir su sueldo mensual ni la liquidación que por ley les corresponde, ni nada.

Todo esto a pesar de que desde el 2019 y después de 60 años de intentos, el Senado de la República aprobó las reformas a los artículos de la Ley Federal del Trabajo que permitirán que las personas trabajadoras del hogar tengan derecho a la Seguridad Social.

Silvia y Marisa son la analogía perfecta de dos Méxicos que conviven todos los días pero nunca se tocan. Dos Méxicos separados por un abismo de privilegios y unidos por una plataforma de videos que los celebra. Un país en el que viven hombres como Ricardo Salinas Pliego con una fortuna de 11 billones de dólares, y también 11 millones de mexicanos que hoy no tendrán un plato de comida. En ese México también viven Silvia y Marisa. [nota_relacionada id=1191584]

POR JORGE AVILÉS VÁZQUEZ 

JORGEAVILESVAZQUEZ@GMAIL.COM

@CALLODEHACHA

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