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De oscuridad y corazones rotos

A VECES LA MODA ES FELIZ Y GOZOSA, PERO OTRAS, LO GLORIOSO NACE DE LAS PARTES MÁS SOMBRÍAS DE SUS CREADORES Y SU VALENTÍA PARA PLASMARLO

OPINIÓN

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La moda podrá frecuentemente ser juzgada injustamente como superflua. Una buena portada de revista, sin embargo, puede reflejar mucho de lo que esta sucediendo en el mundo, retratar el espíritu de la época. Muchos diseñadores imprimen tanto de ellos mismos en sus colecciones, que estas resultan autobiográficas. Algunas colecciones nos llevan por viajes maravillosos, como muchas de las de Yves Saint Laurent (quien también era un genio atormentado con innumerables dramas personales e inclusive estadías en hospitales psiquiátricos). Otras son el resultado de rupturas amorosas y fases oscuras del alma, que podrían parecer la materialización de la frase de Carrie Fisher: "Toma tu corazón roto y conviértelo en arte".

Fue la obscuridad la que nos dio a uno de los más grandes genios de la moda. Alexander McQueen nombró su primer colección Jack El Destripador acosa a sus víctimas y rompió un gran paradigma: que el diseñador siempre debe hacer ver bonita y femenina a la mujer. Él quería que quien portara sus diseños provocara miedo, algo que probablemente venía de su deseo de protección de los abusos que sufrió cuando era pequeño y de su profunda infelicidad. Dicen que era un ser tan atormentado, que sólo era buena persona cuando estaba sobrio, pero él mismo no se soportaba: pasaba la mayor parte del tiempo drogado, y así se sentía mejor, pero era odioso con todos. Se ahorcó a los 40 años. Ojalá hubiera estado más con nosotros, pero la realidad es que logró sublimar ese dolor en colecciones inolvidables, ¿quién puede olvidar el holograma fantasmagórico de Kate Moss, los tartanes de Highland Rape, sus peligrosas alusiones en Golden Shower? Nunca nada será igual después de él, revolucionó la moda para siempre.

Para mí siempre será un antes y después el haber podido tener la enorme fortuna de compartir los procesos creativos de David Delfín, ver como cada seis meses abría el corazón en crudo, algo que probablemente sería muy terapéutico para cualquiera, descargar sus sentimientos y quedar agotado después. Películas, canciones, libros, imágenes y todo lo imaginable formaban parte de un universo alucinante. Siempre elegía una canción de Fangoria para cerrar sus desfiles, claro que hubo algunos felices, pero también los que no como Inferno o El Tiempo de los Monstruos con canciones como “Desfachatez“ al final (quien la haya oído sabrá a lo que me refiero). Eran desfiles preciosos pero también en los que había dejado el alma y algo más. Inclusive lo llevaba tatuado: Zeige deine Wund, "muestra tu herida", él sabía que sólo así se aliviaba.

Como escribió Elizabeth Gilbert: "Es una buena señal, tener el corazón roto. Significa que hemos intentado algo" y si, tratemos, incansablemente, que nuestro trabajo sea algo en lo que dejemos un pedazo de nosotros. En la moda, en el arte y sobre todo en la vida en general, hay que ponerlo todo, sólo entonces sabremos que realmente hemos dejado algo para la posteridad. La vulnerabilidad y la creatividad son actos valientes, por favor, nunca dejemos de tenerlos, hagamos lo que hagamos.

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POR ARIADNE GRANT
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