Estancias infantiles y derechos

Uno de los primeros actos de la actual administración fue la sustitución del Programa de Estancias Infantiles (PEI) por el nuevo Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras para el ejercicio fiscal 2019 (Programa 2019).

El cambio representó graves violaciones a los derechos de niñas y niños de entre 0 y 4 años, debido a que se eliminaron: las atribuciones del DIF de capacitación al personal de las estancias y de supervisión del cumplimiento del modelo de atención integral, la participación de la SEP para garantizar la educación inicial y preescolar, la obligación de contratar un seguro contra accidentes personales para las niñas y niños usuarios, los mecanismos de evaluación de impacto del programa y el apoyo al impulso a los servicios de atención y cuidado infantil.Además, se modificó la forma de otorgar el apoyo a una transferencia directa a las familias monoparentales (tanto mujeres como hombres) sin garantía de que el recurso se utilice en el cuidado y atención infantil,y se redujo el presupuesto.

De entonces a la fecha,diversos sectores de la sociedad han tomado acciones para revertirlo:

  • Una lluvia de amparos por parte de sociedad civil, familias beneficiarias del PEI y las responsables de las estancias. Entre ellos, desde Mexicanos Primero impugnamos los cambios por considerar que se violaban, entre otros, el derecho a la educación inicial de cientos de miles de niñas y niños, el interés superior de la niñez y el principio de progresividad.
  • Una recomendación de la CNDH que afirmó que la sustitución del PEI representa “una violación al interés superior de la niñez como derecho sustantivo y […] de otros derechos tales como a la vida, supervivencia y desarrollo, a vivir en condiciones de bienestar, de prioridad, a la educación, protección de la salud, […]los de niñas y niños con discapacidad, a la participación, así como al juego y esparcimiento”.
  • Una evaluación del CONEVAL del Programa 2019 que destacó importantes áreas de oportunidad como por ejemplo que se debe “promover un enfoque no solo de cuidado y atención, sino de desarrollo integral que considere la formación física, mental, emocional y social de los niños en condiciones de igualdad”. Lo anterior,para cumplir no sólo con la reforma constitucional del año pasado que estableció por primera vez la obligación del Estado de garantizar la educación inicial sino también con el objetivo de la recién publicada Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI) desarrollada por la SEP.
[nota_relacionada id= 1131342]

Todos estos esfuerzos tienen un sustento legal y práctico y deben ser tomados en cuenta por las autoridades. Estamos a tiempo de corregir el rumbo y garantizar a las niñas y niños menores de 4 años un Programa que los ponga de nuevo al centro, asegure el cumplimiento de todos sus derechos y, por consiguiente, su desarrollo integral.

POR SANDRA CREIXELL
*DIRECTORA DE ESTUDIOS JURÍDICOS DE MEXICANOS PRIMERO
@SANDRACREIXELL

lctl