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Agitadores de la 4T en Jalisco

Mientras la Federación y Jalisco lanzan acusaciones, el crimen organizado toma el control de las cosas en Occidente

OPINIÓN

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Derivado de las protestas en Jalisco y las acusaciones del gobernador Enrique Alfaro, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió pruebas para demostrar que Morena y él están detrás de las manifestaciones en Guadalajara.

Hasta ayer por la noche, el mandatario jalisciense no había presentado evidencias de sus dichos. Pero no fue necesario.

Dos personajes de Morena, una de ellas funcionaria federal, participaron activamente en las marchas que terminaron en disturbios en la Perla Tapatía.

En el primer caso, se trata de Jesús Torres, activista radical y violento que ha sido ubicado en otras movilizaciones en el país, como las que hubo en contra de la construcción de la planta de Constellation Brands en Mexicali.

En un video que circula en redes sociales, este activista de Morena declara que nunca lo verán marchando pacíficamente.

“A mí me verán echando chingadazos”, afirma Torres, quien incluso advierte que tiene un “chingo” de armas para los que lo quieran apoyar.

De este caso no dijeron ni palabra los dirigentes del partido en el poder, como tampoco han dicho ni pío de la participación de Candelaria Ochoa, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

La funcionaria quiso pasar inadvertida en la manifestación del sábado, en Guadalajara, pero diversos medios la ubicaron y dieron cuenta de eso.

Al verse descubierta, publicó en redes un mensaje al gobernador: “Que no te extrañe, estuve en la marcha porque lucho por ideales y los defenderé siempre…”.

Compañeras suyas, como la senadora Citlalli Hernández, le mandaron mensajes de apoyo con el argumento de que no pueden dejar de ser activistas.

Pero más allá de los dimes y diretes, y la razón legítima de las protestas (el asesinato de Giovanni López, a manos de policías municipales de Ixtlahuacán), el hecho de que morenistas estén detrás de las movilizaciones no sólo ponen en aprietos al gobierno de Alfaro, sino que siembran la semilla de la inestabilidad social para López Obrador.

Esto por sí solo es muy delicado, pero se torna más grave y preocupante cuando, según Alfaro, grupos del crimen organizado están infiltrados en las movilizaciones.

Seguramente ni Morena y ni AMLO lo sabían, pero ignorarlo no los exime de responsabilidad, por lo que, antes de que el conflicto escale, es necesario que la Federación y los estados hagan un alto en el camino y reflexionen por el bien común. El enemigo a vencer no está en los adversarios políticos, está en el crimen organizado que sólo espera una rendija para entrar y tomar el control de las cosas, porque ya se dio cuenta de que divididos, estados y gobierno federal, son una presa más fácil.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo:La discordia que divide a los adversarios políticos es la mejor arma para los enemigos del bien común”.

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POR ALFREDO GONZÁLEZ
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ

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