Nuevo golpe a bebidas azucaradas

Las familias más pobres gastaron 2.3% de su presupuesto en refresco y 4.73% en Alimentos No Básicos con Alta Densidad Calórica

Contrario a la idea del presidente Andrés Manuel López Obrador de estirar la liga lo más que se pueda en cuanto al aumento tributario a los mexicanos, en donde incluso rechazó un plan presentado por la Secretaría de Hacienda, de Arturo Herrera, para aumentar impuestos en 2020, en el Senado todo indica se prepara una nueva iniciativa para aumentar el gravamen de los refrescos.

Y es que, con el objetivo de combatir el grave problema de la obesidad en nuestro país, donde cerca de 70% de los adultos y 30% de los niños padecen sobrepeso, desde 2014 el mexicano paga aproximadamente un peso por cada litro de bebidas azucaradas que consume. Hablamos de refrescos, jugos de fruta, jarabes, esencias o extractos con azúcar añadida.

Sin embargo, estudios como el de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que lleva Rogelio Guillermo Garza, indican que ese impuesto es el más regresivo, ya que afecta a las familias más pobres, las cuales son las que gastan el mayor porcentaje de su ingreso en bebidas saborizadas y Alimentos No Básicos con Alta Densidad Calórica (ANBADC).

El estudio indica que las familias más pobres gastaron 2.3% de su presupuesto en refresco y 4.73% en ANBADC; mientras que las familias más acomodadas, 0.60 y 3.03%, respectivamente.

Por lo tanto, llama la atención la propuesta del presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, de incrementar un peso por cajetilla de cigarros, litros de refresco y cerveza, ya que demostrado está que esa medida afecta, sobre todo, ¡a los que menos tienen! Iniciativa a la que se sumaría el senador Alejandro Armenta, quien ve a la industria de bebidas como uno de los grandes objetivos.

Según el mismo seguimiento que realizó esta universidad durante cinco años, los hogares más pobres absorben 50% del IEPS aplicado a los refrescos; mientras su ingreso representa sólo 25% del total nacional. Sumado a que la caída en la venta de este tipo de productos tiene una afectación directa en toda la cadena de valor de estas industrias y, por lo tanto, reducción de empleos y valor agregado.

Cash

Sector limpieza levanta la mano. Frente a la pandemia por SARS-CoV-2, los trabajadores de limpieza se han convertido en pieza clave para enfrentar a este letal virus. Sin embargo, también se enfrentan a situaciones de riesgo, sobre todo en aquellos casos en los que su labor les exige asear a la perfección centros de salud y nosocomios.

Ante esto, los afiliados a la Unión Nacional Independiente de Trabajadores y Empleados de Limpieza (UNITYEL), que lleva Marco Reyes Saldívar, han logrado sumar medidas como que se revise su estado de salud a la entrada y salida, sumado a que les fueron entregadas mascarillas N95, guantes y botas quirúrgicas, así como un bono quincenal que corresponde a 20% de su sueldo. Ni más ni menos.

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POR MILÉN MÉRIDA

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IRV / jram