Hace algunos años, México hizo una apuesta a largo plazo para combatir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), el cual se plasmó tanto en el Acuerdo de París, como en la ley de cambio climático y la ley de la industria eléctrica. Las emisiones, afectan indistintamente a los mexicanos, ya que su principal manifestación es la exacerbación de fenómenos meteorológicos, al igual que los problemas ligados a la salud.
La reducción de GEI no es menor, pues, de no aplicarse medida alguna, para 2030 se emitirían 973 millones toneladas de CO2 equivalente (MtCO2e). Como referencia, el hogar promedio mexicano consume al mes 190 kilos de CO2e, lo que sería usar de 62 litros de Gas LP.
Uno de los sectores con mayores emisiones es el eléctrico, se estima que en 2019 significó 190 MtCO2e, mientras que la meta es de 139 para 2030, por lo que urge la adopción acelerada de las energías limpias y la aplicación de estrategias de eficiencia energética (hacer lo mismo consumiendo menos) a través de las nuevas tecnologías disponibles. La Semarnat y el INECC estiman que el sector requerirá inversiones de 67 mil 750 millones de dólares entre 2014 y 2030, con lo cual se generaría 35 por ciento de energía con fuentes limpias, haciéndola más eficiente y barata. En 2018 la generación con fuentes limpias rondó alrededor de 23 por ciento.
Sin embargo, últimamente vemos acciones de la federación que parecieran no coincidir con esto, generando bloqueos y desincentivos al desarrollo de energías limpias y tecnologías más eficientes, con un ambiente de incertidumbre e imposiciones regulatorias que minan la competencia en el sector, bajo el argumento de querer rescatar a Pemex y la CFE y sin importar que se perjudique a los ciudadanos el objetivo al parecer, es regresarlos a ser monopolios. Tan sólo ayer, víctima de estas acciones, la española Iberdrola canceló inversiones que superan mil 200 millones de dólares.
Por otro lado, vemos un grupo de gobiernos estatales decididos a impulsar la transición energética, con el impuesto a las emisiones, definitivamente se generarán incentivos y recursos para apoyar la generación de electricidad con fuentes limpias, ojo, sin que esto represente un impacto en el costo a los ciudadanos.
Lo que debería ser un trabajo conjunto para buscar el mayor beneficio para los mexicanos, parece más la lucha de poderes por tener la razón, aunque ésta se encuentre lejos de la realidad y de nuestras necesidades. Esperemos se recapacite.
[nota_relacionada id= 1104400]POR JORGE LAVALLE
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