Según los pronósticos de la autoridad, estamos en el punto más álgido de la crisis sanitaria. Con todo, los números de la Secretaría de Salud muestran una tendencia que no ha variado significativamente en los últimos 15 días.
El promedio diario es de mil 150 contagios y 119 fallecidos. ¿Siguen días peores? Lo cierto es que la crisis económica es una realidad y la tendencia apunta a una contracción entre 6 y 10 por ciento para este año.
En esta crisis se puso de manifiesto la fortaleza y debilidades de las instituciones. De repente debido a una iniciativa de ley enviada por el presidente a la Cámara de Diputados, discutimos sobre principios como la División de Poderes en nuestra democracia. Se buscaba centralizar en el Ejecutivo decisiones sobre el uso del presupuesto, en situación de emergencia económica.
El proyecto no prosperó por falta de votos de Morena en la Permanente del Congreso, aunque Mario Delgado ofreció alternativas a la oposición.
Pero el problema consiste en la concepción del Estado que refleja el proyecto presidencial. Era, sin duda, un intento más de reconstruir el viejo presidencialismo del siglo XX mexicano.
Antes, el Presidente había tratado de abrogarse el derecho ciudadano de convocar a la revocación de mandato para hacerlo una facultad también presidencial. Fracasó en su intento. Una vez más prevalecía un ánimo centralizador en el que, afortunadamente, las leyes y las instituciones son un obstáculo.
Por ejemplo, resultó estimulante la solicitud de la oposición, para que el INE dictara medidas cautelares e impidiera que el Presidente firmara las cartas que el IMSS envía a sus beneficiarios, en respeto al artículo 134 Constitucional.
Aún más, de repente, en medio de la crisis, se abre un debate sobre el federalismo, cuando algunos estados buscaron hacer valer su soberanía frente a la fortaleza de la federación en sus economías y en sus estrategias contra el COVID-19. Pronto veremos el comportamiento de las entidades para decidir cuándo regresarán los niños a clases. ¿Decidirán los estados o la SEP?
Por lo que toca al Poder Judicial, la Corte podría abordar pronto el caso de la Ley Bonilla. La prensa reporta que el proyecto del ministro Fernando Franco invalida el intento de extender el mandato de Bonilla a cinco años. Veremos si al menos 8 de los 11 ministros votan a favor. Ante el debate suscitado, la decisión de la Corte será fundamental para su imagen de autonomía e independencia.
Si se busca una salida integral a la crisis sanitaria y sus inevitables consecuencias económicas, hoy más que nunca conviene el fortalecimiento de las instituciones y el respeto a los principios fundamentales de nuestra democracia. Nada más peligroso en estos momentos que añadir una problemática política que cuestione a las instituciones.
Los tiempos electorales se acercan y nada mejor para nuestra democracia que prevalezca la institucionalidad. De otra manera, los riesgos son incalculables. [nota_relacionada id=1013418]
POR ARTURO SA?NCHEZ GUTIE?RREZ
DECANO ASOCIADO DEL TEC
@ARTUROSANCHEZG
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