Coronavirus: Retos de un retorno consciente hacia la nueva normalidad

Encontrar el balance entre las medidas de confinamiento y las de reapertura de la vida pública, es el gran reto al que nos enfrentamos en este momento.

Las medidas de aislamiento han provocado incontables pérdidas de empleo y cierre de negocios y empresas que han sido devastadores para las finanzas de las personas, las familias y los países.

Es por esas consecuencias que una parte de la población reclama que se reabra la economía y se permita la reocupación del espacio público.

Sin embargo, esa exigencia se hace sobre la idea de que el riesgo de contagio y sus consecuencias de salud son menos perjudiciales que las consecuencias de no reabrir la economía del país. Desafortunadamente ese tren de pensamiento solamente funciona cuando se lo hace desde lo abstracto, es decir, sobre la idea de un contagiado hipotético que solo existe en la mente de quien lo postula como un número.

Pero la realidad es otra, pues solamente se puede clamar regresar a las calles sin control y que cada persona asuma su riesgo, cuando no se conoce la verdadera dimensión de la pandemia. Cuando no se ha visto de primera mano el sufrimiento que provoca la súbita, inesperada e impotente pérdida de un familiar a manos de una enfermedad en buena medida, prevenible.

No existen indicadores de medición ni balance aceptable de pérdidas humanas que justifique abandonar las estrategias de contención de una pandemia que si no se le controla, esta sí terminaría por controlarnos a nosotros.

Y empezaría como siempre, con los más vulnerables, como una muestra más de los estragos sociales heredados de los modelos de la economía del libre mercado, que la pandemia ha expuesto de cuerpo entero como desiguales, inhumanos y diseñados para proteger más a quienes más tienen y desproteger a quienes menos. Y ese es un costo que ningún Estado democrático de Derecho puede permitirse.

En atención a este reto enorme, la semana pasada la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, presentó un Plan gradual hacia la nueva normalidad en la Ciudad de México, en el cual detalla la estrategia para un proceso de reactivación económica basado en datos que indiquen una tendencia estable de caída en el número de ingresos hospitalarios diarios. Vale mucho la pena que lo conozca, por ello lo podrá encontrar en esta liga: covid19.cdmx.gob.mx

Como comentario final, se ha hablado mucho de las médicas y enfermeros como los héroes y heroínas de la pandemia, sin embargo, existen otros héroes invisibles quienes sin su trabajo, los médicos no podrían hacer el suyo.

Por ello, a todo el personal administrativo les extendemos también nuestro infinito agradecimiento y reconocimiento. Desde trabajadoras sociales, hasta recepcionistas de salas de urgencias, personal de limpieza, administradores, contadoras, conductores de ambulancias y un sin fin de profesiones más que tras bambalinas y sin aplausos, ayudan a salvar vidas y nos permiten notar que quizá sea tiempo de abandonar la retórica del heroísmo y empezar a reconocer la capacidad sistémica de un esfuerzo grupal que sin el conjunto de sus partes, no funcionaría.

Gracias por su atención amigas y amigos del Heraldo de México, recuerden que nos pueden seguir en todas nuestras redes sociales y le invitamos a que nos lea la próxima quincena, Sin vueltas, ni rodeos.

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POR ALAN AIZPURU AKEL 
Twitter  @aizpuruakel

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