Cuando el COVID-19 alcanzó a la #4T

Lo inédito de la crisis nubla la visión de futuro. El pretexto común dicho de muchas maneras es “lo inédito de la situación”. Me niego. Prefiero equivocarme en acción que evitar uno de los obstáculos del ser humano: aceptar el error.

¿En dónde estamos? Esperando y retrasando la inevitable baja de la calificación de Pemex y por tanto del país. Puede no importarnos, pero importa al mundo. Dinero mata carita. Por más bonito que sea México debemos representar utilidades.

También, sumando a las perdidas de 243 mil 537 millones de pesos que estima la Concanaco Servytur tan solo del 17 al 31 de marzo. Tratando de creer que la solución integral para un barril de mezcla mexicana de petróleo en 10.76 dólares es solamente construir la refinería de Dos Bocas, esperar a que la demanda se recupere o vivir 8 meses con la “tranquilidad” de las coberturas.

Podemos seguir con la caída de 16.38% del IPC en marzo, la significativa depreciación de 20.9% del peso, el inevitable boquete de recaudación para el Gobierno de México o el promedio de estimaciones de contracción económica; pero prefiero buscar las oportunidades.

El mundo ha estado en cámara lenta, no en pausa o parado y no al mismo tiempo. Wuhan vio el primer caso el 1º de diciembre. El 19 de marzo China no registró ningún caso nuevo.

La economía más grande del mundo, Estados Unidos, registró el primer infectado el 21 de enero, casi dos meses después que su más cercano competidor económico.

Así, mientras el Presidente Trump declara que “se avecinan tiempos difíciles para los próximos 30 días” en Estados Unidos, el país asiático que observa a detalle los coches producidos en otros lugares del mundo para mejorarlos, está ya reactivando su economía y tomando impulso para cuando COVID-19 sea una gripa más, como sucedió en su momento con la AH1N1.

Un economista de uno de los 12 bancos regionales de la Reserva Federal EE. UU. hizo una previsión de las pérdidas de empleo a partir de catalogar 808 ocupaciones en tres criterios: aquellas esenciales para la salud pública o la seguridad, empleos que puedan ser realizados fuera de la oficina, y los asalariados.

Ese catálogo ratifica que la economía ya es en función de industrias y no de países. ¿Por qué? Porque los gobiernos, sobre todo de América y Europa, están demasiado ocupados en los votos, las encuestas y la pobreza.

Para la Administración López Obrador es más importante verse cerca del “pueblo” y lejos de las decisiones de futuro. ¿Bueno, malo o conservador? Ninguno.Realidad.

Dejemos de esperar estímulos fiscales o acciones de las secretarias de Economía o Hacienda,los gobiernos cumplen hoy otras funciones.

Cámaras y empresarios deben dejar de preguntarse cómo los va a ayudar el Gobierno a cuestionar ¿que industrias van a impulsar a pesar de lo político? ¿cómo vamos a gestar la reconversión de sectores y planta productiva para esa nueva realidad?¿Las cámaras estarán a la altura para ver hasta allá? Sin esperar la respuesta, hagámoslo cada uno, ahí está nuestro futuro. [nota_relacionada id=946022 ]

POR ÓSCAR SANDOVAL
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
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@OSANDOVALSAENZ 

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