En una etapa como la que atraviesa la humanidad, derivada de la pandemia, donde todas y todos esperamos de manera cotidiana muestras de solidaridad que mantengan viva la esperanza de una mejor sociedad, la oposición de nuestro país ha centrado su estrategia en la calumnia, la infamia y la mentira, y ahora se encamina a una ruta que parece suicida: amenaza con dejar de pagar impuestos y “romper el pacto federal”.
Y esto, ¿por qué es un asunto de todas y de todos? Pues porque si bien es cierto que en este momento la responsabilidad de las acciones para enfrentar esta contingencia está en manos fundamentalmente del Presidente de la República emanado de Morena y de una mayoría legislativa gestada también en ese partido, la oposición de nuestro país no debería soslayar que en la elección de 2018 vivimos algo más que un cambio de partido.
Una parte importante de la votación que obtuvo Morena vino de gente convencida del proyecto político que encarna AMLO, de las propuestas enunciadas en sus discursos que tomaron forma de proyecto de nación de la Cuarta Transformación y también de su peculiar forma de comunicar. Me tocó presenciar una gran cantidad de actos donde las y los asistentes esperaban el momento del “me canso ganso” o del “frijol con gorgojo y los puercos, cochinos, cerdos, marranos…” como el estelar, el momento en que se desbordaban los aplausos. Ése es el estilo personal de AMLO. Quien diga que en la Presidencia esperaba un estilo distinto es muy ingenuo, por decir lo menos.
Lo que no debe olvidar la oposición es que una parte de la votación provino de gente fastidiada, asqueada de los partidos de siempre. Un sector muy importante de la población se cansó de que las ganancias del país se privatizaran y las pérdidas se socializaran.
Hoy la oposición pasó de la mentira, la calumnia y la infamia, al descaro. Por fin fuera máscaras. Han declarado la guerra al gobierno, han amenazado con no pagar impuestos, están fúricos por encontrar un gobierno que no acepta la posibilidad de endeudarse como el primer y único camino, montan en cólera porque el capitalismo de amigotes no los beneficia con el rescate de sus empresas o con créditos que terminaría pagando la inmensa mayoría.
En realidad, nunca le han ganado a AMLO a las vencidas, ni cuando lo desaforaron o le robaron la Presidencia. Y ese sector que votó como castigo a los partidos tradicionales sigue vigilando y los va a volver a reprender. La oposición está escupiendo al cielo y se tienen sólo a sí mismos o a sus voceros en forma de empresarios y de partidos, ahí radica la diferencia. AMLO consolidó un movimiento social que, incluso, trasciende a Morena como partido político (para bien y para mal) y ahí radicará la victoria; al tiempo.
[nota_relacionada id=968052]POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EL EDOMEX
eadp
Escucha aquí nuestro podcast especial sobre coronavirus: