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Empoderamiento y solidaridad global

Luego de una gran batalla por nuestra privacidad, la crisis del coronavirus podría significar la derrota porque si a las personas se les da la opción de elegir entre privacidad y salud, generalmente elegirán la salud

OPINIÓN

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¿Qué prefiere usted: la protección de sus datos personales o su protección personal y familiar frente al coronavirus?

La pregunta es pertinente porque según el filósofo coreano Byung-Chul-Han, el éxito de los países asiáticos en la contención del coronavirus, en contraste con los estragos en otras regiones, se debe a que en Asia las epidemias no las combaten sólo los virólogos y epidemiólogos, sino también, y sobre todo, los informáticos y los especialistas en macrodatos.

Dice, allá no existe conciencia crítica respecto a la vigilancia digital y apenas si se habla de la protección de datos y de la esfera privada.

Además de los 200 millones de cámaras de vigilancia colocadas en los espacios públicos de China, hay un intenso intercambio de datos entre los proveedores de internet y de telefonía celular y las autoridades, de manera que “en China no hay ningún momento de la vida cotidiana que no esté sometido a observación”.

Explica Byung-Chul-Han (“La emergencia viral y el mundo de mañana”, El País), que así es como las autoridades saben quiénes son potenciales afectados, quiénes deben ser observados y quiénes asilados en cuarentena.

Para Yuval Noah Harari (“El mundo después del coronavirus”, en The Financial Times y Letras Libres) en este momento enfrentamos dos disyuntivas: una, la vigilancia totalitaria o el empoderamiento ciudadano, y dos, el aislamiento nacionalista o la solidaridad global.

Con una extrema vigilancia podrían contenerse rápidamente las cadenas de contagio, pero ello le daría legitimidad a un nuevo y aterrador sistema de vigilancia.

Resulta entonces que luego de una gran batalla por nuestra privacidad, la crisis del coronavirus podría significar la derrota porque, reflexiona Yuval Noah, si a las personas se les da la opción de elegir entre privacidad y salud, generalmente elegirán la salud. [nota_relacionada id=967173 ]

El pensador sostiene, sin embargo, que el dilema es falso porque se puede y se debe tener salud y privacidad.

Lo que hay que hacer es empoderar al ciudadano. “Una población motivada y bien informada suele ser mucho más poderosa y efectiva que una población ignorante y vigilada”.

El autor propone, asimismo, que los países compartan información confiable para contener la epidemia y desarrollar medicamentos y vacunas, así como coordinar la producción global y la distribución equitativa de equipos médicos esenciales.

Esta colaboración es indispensable porque, concluye Noah Harari, si elegimos la desunión, la crisis se prolongará y probablemente dará lugar a catástrofes aún peores. “Si elegimos la solidaridad global, será una victoria no sólo contra el coronavirus, sino contra todas las futuras epidemias y crisis que podrían asaltar a la humanidad en el siglo XXI.”

Artículos citados y muy recomendables: https://bit.ly/2UUWYB3 y https://bit.ly/2XiZ8M4

POR MAURIICIO FARAH
MAURICIOFARAG@HOTMAIL.COM
@MFARAHG

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