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El mejor museo virtual

OPINIÓN

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Muchos museos ofrecen galerías virtuales para sobrellevar el aislamiento, la mayoría fracasan salvo contadas excepciones, una es la del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

El MET ofrece una propuesta online que se acerca a los objetivos de un museo: ser una entidad pensante, con recursos exclusivos para el mundo digital en formatos como: video 3D, libros descargables, audioguías, videorreseñas (traducidas a 10 idiomas), entrevistas con artistas, charlas en vivo, tutoriales para crear artesanías, y todo alojado en su web.

El Van Gogh Museum de Amsterdam ofrece tips para disfrutar del artista virtualmente con bocetos para colorear y algunas reseñas, no más. El Museo de Arte Moderno de Corea transmite en su canal de YouTube conferencias con artistas, de 40 minutos y en coreano, sin siquiera subtítulos al inglés.

En México, el Museo Jumex invita, a través de un mail, a participar en actividades que ofrecen en su web. Cuando entras al sitio, sólo un anuncio de que harán sesiones para discutir sobre arte en Twitter, o charlas con curadores por Google Hangouts.

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Hace 20 años nacieron las galerías virtuales, hoy siguen sin servir. En parte se debe a que no crean contenido para internet, sino que adaptan su oferta offline, o porque usan las redes sociales como estrategia, cuando sólo son herramientas.

También debemos reconocer que la experiencia virtual, por muy nutrida, es deficiente para entender el arte. Cuando entramos físicamente a un museo nos sumergimos en su semiosfera, definida por el espacio, la luz, el tamaño, las otras personas presentes y más. Eso no lo da la dimensión virtual, por lo que el reto es aún mayor.

Las crisis traen oportunidades de innovación, el MET toma ventaja con una visión digital estratégica y con un presupuesto dispuesto a invertir. En México, nuestros museos apenas sobreviven, pedirles galerías virtuales sería un lujo. Démonos por bien servidos que, con la crisis, nuestro sector cultural no colapse.

También debemos reconocer que la experiencia virtual, por muy nutrida, es deficiente para entender el arte. Foto: Especial

POR LILIA SOREN
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