Hoy te hablo a ti, amigo lector, no te hablo a ti lectora. Quiero hablarle de ti a la otra parte de la población; a la que todos los días se pone pantalones y no tiene que pensar cómo vestirse para que nadie lo moleste, o lo viole, o lo mate.
Hombres de México, hoy, preguntémonos por qué no parece importarnos que en el México por el que tanto decimos estar orgullosos, la mayoría de nuestras mujeres no pueden caminar solas de noche.
En 2017 en este México al que tanto amas, siete mujeres eran asesinadas diariamente. En 2019 ese siete subió a ser un nueve. Si tú y yo no hacemos algo, ese 9 seguirá aumentando.
Las mujeres nos están exigiendo responderles ¿qué haremos para que esto cambie? Es una pregunta justa.
Las reseñas que ellas escriben nos muestran que en México, ellas nos dicen que diariamente… "Tienen que pensar si se visten con falda o con pantalón dependiendo del área o las áreas de las ciudades por las que ese día se moverán, para evitar ser estadística" de lo que va desde un manoseo, hasta una vejación, o incluso un asesinato.
En México, queridos amigos, ellas nos están diciendo a gritos que de noche y de día necesitan mantener los ubicadores de sus teléfonos activados para evitar que algún infeliz las secuestre para satisfacer sus necesidades animales.
Las mujeres viven con miedo constante. En éste y otros diarios todos los días publicamos "mujer asesinada", "mujer apuñalada", "feminicidio por violencia doméstica", "restos de mujer", "niña asesinada", "mujer descuartizada".
Si de 2017 a 2019, las muertas diarias de mujeres aumentaron tanto, es porque ni tú, ni yo, ni quienes tienen el poder del estado en la mano, hemos hecho nada para evitarlo.
Y francamente deberíamos sentir vergüenza, porque en el México moderno… "Hay una crisis humanitaria de enormes proporciones", y no es una crisis nueva, los gobiernos anteriores tampoco hicieron nada.
María Salguero, la periodista que con sus mapas del país tapizados de cruces que representan cada una a una mujer muerta. Lleva ya años advirtiendo que esto no puede seguir.
Y ¿saben qué es lo peor? Qué si María tuviera que incluir otro símbolo para mostrar a las mujeres violadas o vejadas por hombres mexicanos, incluidos sus mismos maridos, necesitaría no uno, sino muchos mapas.
En México, sólo 11 de cada 100 raptos y violaciones de mujeres son denunciados. En nuestro ineficiente y anticuando sistema jurídico, solamente dos de cada 100 violaciones terminan con algún castigo leve al violador.
Conclusión: Ellas, mis amigos, ya se hartaron de vivir aterrorizadas, de ganar menos por ser mujeres, ya se cansaron de trabajar y encima llevar la carga de la casa y de los hijos. Por eso están en las calles del país gritando…
¡Para que los hombres despertemos! Ellas tienen razón. No podemos seguir de observadores pasivos, tenemos que actuar con ellas encontrando soluciones y gritando. ¡Ya nos hartamos, y ya basta! [nota_relacionada id=902959]
POR ARMANDO GUZMÁN
PERIODISTA
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