Son los únicos tres logros de las actuales administraciones de la 4T a nivel local y federal. Mentiras sobran en el historial del Presidente y de la jefa de Gobierno de la Ciudad. Una de las más evidentes, y que en los hechos le están restando esa supuesta popularidad de la que se jactaba, es la no venta del avión presidencial, pues a estas alturas muchos que antes apoyaban la 4T ya se dieron cuenta que el avión se ha seguido pagando, que su estancia en un hangar de Estados Unidos generó costos que, hasta junio del año pasado, sumaban más de 240 millones de pesos, hasta su traslado a nuestro territorio, y que en lugar de darle un uso en beneficio de la sociedad, la propuesta de AMLO es revendernos ese avión en forma de cachitos de lotería.
En 2012, este avión costó 218 millones de dólares, equivalente en su momento a alrededor de 2,900 millones de pesos. Al cierre de 2019 se han gastado en el pago de deuda, más intereses, 1,833 millones de pesos, y resta un remanente de pago de 2,724 millones a saldarse en 2027. A lo anterior habrá que sumar los 300 millones de pesos que espera recaudar el Presidente por vender, a sobrecosto por cierto, cada cachito de lotería. ¿Les parece un trato justo?
En lo concerniente a la jefa de Gobierno, el 27 de febrero pasado, difundió un video acompañada de la secretaria de Salud de la ciudad para afirmar que no había que preocuparse por el posible brote del coronavirus; nos pidió, incluso, mantener la calma, porque no había peligro de un brote.
Sin embargo, el secretario de Salud federal salió a desmentirla y confirmar que ya había un caso en la ciudad. Lo anterior evidencia dos posibles situaciones: que es muy probable que ya supiera de este caso y aun así prefirió mentir y engañarnos; o que la descoordinación entre el gabinete del Presidente y Sheinbaum va de mal en peor.
En cuanto a los recortes que se sustentan en la “austeridad”, hay mucho que decir, pues éstos ya afectaron los tratamientos de miles de pacientes con cáncer y otras enfermedades, mientras los partidos políticos continúan gozando de sus jugosas prerrogativas.
Y ahora están ordenando la rasurada a otras instancias supuestamente autónomas. Tal es el caso del Congreso de la CDMX, donde por falta de recursos, debido al nulo crecimiento económico y la masiva implementación de programas asistencialistas, carecen de papelería, se plantea el despido de más personal y el retiro de prestaciones a los trabajadores, como lugares de estacionamiento y vales de despensa. Sí, leyó bien, en vez de recortar el presupuesto de los partidos, Morena ha decidido unilateralmente precarizar las condiciones laborales de sus propios trabajadores.
Con esto se demuestra la incompetencia del Presidente, de la jefa de Gobierno y del séquito de aduladores de la 4T que, eso sí, seguirán aplaudiendo mientras la austeridad no llegue a sus bolsillos. Pero ya empiezan a decir por ahí, nos vemos en el 2021.
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POR LORENA OSORNIO
EXCANDIDATA A LA JEFATURA DE GOBIERNO DE LA CDMX
@LOREOSORNIO
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