Horario de Verano en Badiraguato, ¿otro distractor?

El presidente López Obrador analiza cancelar el horario de verano; ya lo ha pensado en su larga carrera política

Hay quien dice que Andrés Manuel saludó a la madre del Chapo Guzmán este pasado fin de semana con objeto de distraer la atención pública de su gestión. Mi opinión es que el intercambio no fue planeado, pero que sí se cometió el grave error de anunciar con antelación la visita presidencial a las tierras del narcotraficante. Esto viene al cuento porque el presidente AMLO nuevamente dijo hace unos días que estaba pensando si se continuaba con el horario de verano o lo quitaba. Nuevamente, no creo que se trate de una cortina de humo en tiempos del COVID-19, sino que es una medida que ha considerado eliminar ya en diversos momentos de su carrera política. En esta ocasión pidió un dictamen técnico a la Secretaría de Energía para tomar su decisión. Esperemos que la secretaria Nahle le presente un diagnóstico fundamentado y no solo quiera hacerle de comparsa.

Si en su mente prevalece el momento en que, siendo jefe de gobierno del DF, trató de ir contra el horario de verano y la Suprema Corte no se lo permitió (estando Olga Sánchez Cordero como ministra), entonces seguro sí lo quita ahora. Más cuando se percate que sus reuniones de seguridad de las 6 de la madrugada y las mañaneras de las 7 am pasarán realmente a ser a las 5 y 6 de la mañana, respectivamente. Ahora bien, si toma en cuenta los estudios del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, de la CFE y del Instituto de Investigaciones Eléctricas sabrá, en cambio, que la aplicación del horario de verano en el 2017 sí se tradujo en la reducción en el consumo de giga watts (un ahorro de mil 740 millones de pesos), además de que se dejaron de emitir miles de toneladas de bióxido de carbono que contribuyen a acentuar el efecto invernadero en el mundo.

Adelantar una hora nuestros relojes (en Europa esto ha ocurrido ya) el primer domingo de abril conlleva ciertamente una primera semana de desmañanadas para cumplir con el horario, pero también mayor número de horas con luz de día para realizar otras actividades. Bueno, eso hasta antes de la llegada del Coronavirus. ¿Cómo influirá ahora el COVID-19 en el horario de verano y viceversa?

Fue con la crisis del petróleo de 1974 que el horario de verano se empezó a implementar en diversos países, llegando a usarse hoy en más 70 de ellos (en México se comenzó a utilizar la medida en 1996 durante el sexenio zedillista). Dos años después, Sonora abandonó la propuesta. Su razón: compartir frontera con Arizona en EU y tener una alta población fluctuante entre ambos territorios. A la fecha, los estados de la frontera norte de México tienden a cambiar su horario al mismo tiempo que lo hacen en la Unión Americana justamente por esa razón.

Hay estadísticas a nivel internacional que muestran -dependiendo de la zona geográfica- los ahorros; algunos grandes, otros inexistentes. Otros análisis señalan que, más allá del ahorro o no de energía, con el horario de verano se eleva el índice de personas que hacen ejercicio o que realizan compras (JPMorgan). Dada la crisis económica que ya inicia, ¿será benéfico esa hora extra para ejercitarnos o para impulsar el comercio? No lo sé, pero seguro habrán también por ahí estudios serios en la materia.

Hoy más que nunca México requiere ahorrar energía… Así que antes de tomar una decisión, haría bien López Obrador en preguntarles a sus colaboradores de hoy, pero también a funcionarios de antes, sobre los beneficios (y los perjuicios de dicha acción). Ojalá la decisión se haga en función de las ganancias -sean de índole económica, energética y/o ambientales- que se piensen obtener.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM 

@MALOGUZMANVERO

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