Quién iba a decir que en estos días veríamos a Andrés Manuel López Obrador participando en una cumbre internacional.
Además, con los mandatarios de las 20 economías más grandes del mundo: el G-20 (que no son, digamos, sus favoritos).
Peor aún: para hablar del tema al que le quiso dar la vuelta desde que apareció el COVID-19; el coronavirus que le ha deshecho su agenda, que muy probablemente disloque sus proyectos del sexenio y que se cierne como una de las peores amenazas a su proyecto de transformación.
¡Más de un año le llevó hacerlo! Y lo que son las cosas, el Presidente ni siquiera tuvo que salir de Palacio Nacional para participar en la cumbre, pues el encuentro fue vía teleconferencia. Así que a través de una gran pantalla –acompañado en un salón por el canciller Marcelo Ebrard, por el subsecretario Julián Ventura, por el titular de Hacienda, Arturo Herrera, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell—, el jefe de Estado mexicano pudo finalmente mirar y escuchar, en tiempo real a otros mandatarios.
De las distintas intervenciones, no dejaría de llamarle a AMLO la atención —como a varios de los presentes— la participación del presidente ruso Vladimir Putin y sus distintas propuestas, como la de “crear corredores verdes, libres de guerras comerciales y sanciones, para asegurar el suministro de medicamentos, alimentos, equipamiento y tecnologías”, durante esta crisis.
Del presidente de la G-20, el rey Salmán de Arabia Saudita, escucharon su llamado a la cooperación para financiar la investigación y desarrollo de terapias y una vacuna, asegurando la disponibilidad de suministros y equipos médicos vitales y ayudando a los países menos desarrolla-dos a fortalecer sus propias capacidades.
Del lado latinoamericano —el brasileño Bolsonaro no participó por problemas técnicos— escucharon un discurso por parte del presidente de Argentina, Alberto Fernández, parecido al del tabasqueño.
López Obrador pidió, a su vez, instrumentar una “tregua económica” para aminorar el impacto del coronavirus: “Que no cierren fronteras con políticas arancelarias unilaterales; no prevalezcan los monopolios comerciales, no se use el precio del petróleo para afectar la economía de los pueblos y cerrarle paso a la especulación financiera, estabilizando la economía mundial”.
Demandó también la intervención de la ONU para evitar la especulación en el comercio de medicamentos y equipos, ante la “escasez y acaparamiento de los que tienen más posibilidades económicas”. Algo se recogió en el comunicado final. Diríase que aprobó en su debut internacional.
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GEMAS: El fiscal general de Estados Unidos,William Barr, anunció la presentación de cargos criminales por narcotráfico contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
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POR MARTHA ANAYA
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