Nuestro experto contra los expertos

Los ciudadanos hemos buscado información confiable con epidemiólogos en entrevistas y redes sociales

Ante la crisis que se anuncia con la pandemia de coronavirus, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, se ha convertido en la voz de autoridad. Como experto le sobran credenciales. Es médico internista con una especialidad en Ciencias Médicas y un doctorado en Epidemiología por la Universidad Johns Hopkins. Tiene experiencia en el sector público y una amplia carrera como académico e investigador.

Sin embargo, en tan sólo unos días, ese referente de certeza se convirtió en un foco más de polémica. “Escuchen a los expertos”, se nos ha dicho en múltiples ocasiones a los ciudadanos. En un intento por ser responsables e informarnos, eso hemos hecho. Los ciudadanos hemos buscado información confiable con epidemiólogos en entrevistas y redes sociales, hemos leído estudios médicos, hemos estado pendientes de las publicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y hemos seguido la cobertura internacional a la pandemia. En ese intento por comprender, nos hemos dado cuenta de que lo que dicen los expertos en el mundo, no siempre coincide con nuestro experto. Y sí, eso genera incertidumbre.

En tan sólo un día, escuchamos al subsecretario decir que la recomendación distanciamiento social no debían recaer en el Presidente, que la fuerza del Presidente es “moral y no de contagio”, que, a pesar de tener más de 60 años, no está en “especial riesgo” de enfermarse, que “sería mejor que padeciera coronavirus porque lo más probable es que… se va a curar y va a quedar inmune”. Ante el cuestionamiento por el bajo número de pruebas realizadas en México y comparándolo con el exitoso caso de Corea, señaló que “el número de pruebas como causa del buen control (…) carece de sentido, carece de evidencia científica”.

Entendemos que él es el experto, sí. Pero no es el único en el mundo. Y los demás lo contradicen. La experiencia internacional ha llevado a los especialistas a insistir en el distanciamiento social y la cancelación de eventos masivos para reducir la velocidad de contagio. Esta recomendación incluye, evidentemente, a los presidentes. Los datos reportados por China muestran que la tasa de mortalidad es al menos 10 veces más alta para las personas mayores de 60 años que para aquellos menores de 40. A pesar de que es muy probable que una persona contagiada se vuelva inmune, el doctor Anthony Fauci, director nacional de Instituto de Alergias y Enfermedades Contagiosas en EU, dijo el jueves esto todavía no se ha probado formalmente. Y el titular de Organización Mundial de la Salud declaró el lunes: “Tenemos un mensaje simple para todos los países: hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas. Hagan pruebas de cada caso sospechoso”.

En un momento de crisis se necesita liderazgo político que genere certeza. Nuestro Presidente ha decidido claudicar y esconderse de la realidad. Nos quedaban los expertos. Con el secretario desaparecido, en realidad, nos quedaba el subsecretario. Y lo estamos perdiendo también a él.

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POR FERNANDA CASO
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@FER_CASO

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