Hace unos días una noticia dio vuelta al mundo. Se viralizó la noticia de una mujer que mediante un simulador de realidad virtual, se reencontró con su hija fallecida.
Hay diferentes posturas respecto a este tema. Si tuvieras un familiar muerto y por medio de un juego de realidad virtual tendrías la posibilidad de ver y hablar de nuevo con esa persona, ¿Lo harías?
Para algunos, es escalofriante, para otros conmovedor, pero el hecho de poder hablar con alguien que ya no está con nosotros, nos hace pensar en la posibilidad de intentarlo y tener un encuentro, aunque sea por última vez. El video es un poco perturbador, pero conforme avance la madre a interactuar con su hija, es inevitable sentir algo de nostalgia, y melancolía por la relación de una madre y su hija.
El uso e implementación de los videojuegos en varios campos sociales se ha ampliado de forma importante. Cada vez es más notorio su uso en campos como la medicina, tanto para el tratamiento como rehabilitación de padecimientos crónicos. Un vistazo interesante, pero nos hace pensar en que tenemos que tener mesura en estos avances y no escapar de la verdadera realidad.
El extraño sueño de una noche de verano
La adaptación de Barbara Kindermann, de la obra de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano, es una intrépida y divertida historia, sí, de amor, pero que tiene un toque mágico en la ciudad de Atenas.
Esta adaptación no solo es interesante y desafiante por el simple hecho de ser una adaptación de la obra de Shakespeare, sino por introducir y llevar la historia a una tierra de hadas y silfos. Como dato adicional dentro de la misma historia se recrea una obra en un centro de la ciudad de Grecia.
No es extraño que se adapta una obra de literatura clásica y se combine con seres místicos y míticos. Barbara Kindermann lo narra de forma estructurada la historia y recrea la época, después de cambiar puedes cerrar los ojos e imaginar el bosque de Grecia y escuchar el silbido de los silfos.
Sueño de una noche de verano, según cuentan, se remite a la noche de San Juan, la leyenda dice que ponía en entredicho a la “locura de verano”, dicho mejor, un lapso entre la locura y la cordura.
Las adaptaciones de novelas cada vez están teniendo más reconocimiento y trascendencia en el género literario. Hoy en día para un sector importante de nuevos lectores, les resulta complicado iniciar con obras como El Quijote de la Mancha, Cantar de Mio Cid o Viaje al centro de la Tierra, por ello, obras como esta adaptación de “Sueño de una noche de verano” resultan agradable y se agradece que se acerque a lectores jóvenes, a literatura como la de William Shakespeare,
Por David Mendieta
Director de RP Comunidades y Propiedades Digitales en Metrics
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