Muchos futbolistas se quejan constantemente de que en los medios de comunicación se les “revienta” o no se les tiene empatía. En el caso particular de Rodolfo Pizarro, el jugador no se ayuda para que esto no ocurra. A sus 25 años decidió que prefería el confort, poca presión y mucho dinero. Por cómo se dio su salida del Club Monterrey al Inter de Miami, supongo que si del mediocampista hubiera dependido, ni siquiera hubiera avisado, y sólo habrían encontrado el vestidor sin sus cosas.
El tema real es que él, con esta decisión, da a entender que prácticamente no quiso hacer el esfuerzo para emigrar a El Viejo Continente, y luchar por ser un futbolista de talla europea.
Sí, tuvo muchos logros en México, por eso nos daba para pensar que tenía oportunidad de hacer algo en Europa. Nadie ha puesto en duda su talento, pero su personalidad, como en más de una ocasión, deja mucho que desear. “No podía saberse”, diría algún “fifí”.
Hoy en día, éste tipo de decisiones ha sido una constante en el futbolista mexicano, al menos desde que Giovani y Jonathan dos Santos decidieron regresar de Europa para jugar en la MLS. En aquellos casos era, incluso, más entendible que en el de Pizarro. Debutaron y jugaron allá, vieron cuál iba a ser su nivel y optaron por asegurar su futuro, al menos económicamente hablando.
Un caso parecido es el de Carlos Vela, con tanto talento y teniendo la gloria tan cerca (porque hubo un interés real del Barcelona), decidió que eso simplemente no era lo suyo, porque para él, el futbol sólo es un trabajo, y no algo que le encante.
De Pizarro podría decirse que aún con 10 años de carrera proyectable, prefiere asegurar su futuro, irse a una liga menos exigente, donde no esté tan presionado. En Chivas está implícito que había que rendir, y lo hizo, tan sólo estaba en uno de los dos equipos más populares y mediáticos del país. En Monterrey, si uno no vive en esa ciudad, es difícil comprender la presión local hacia el jugador. Yo viví ahí, y les puedo asegurar que el futbol se vive muy distinto al resto del país.
El club al que apoyes es todo, los niveles de pasión son casi como en Argentina. Tal vez a Pizarro no le agradaba ese modo de vida y prefiere estar relajado, eso sí, sin dejar de ser “ídolo”, porque a eso va al Inter de Miami.
La realidad es que Rodolfo se va porque quiere, porque desde que llegó a Rayados, su rendimiento fue intermitente. Mi punto, es que él sabe hasta dónde puede rendir.
Ha sido más determinante un joven sin tantos reflectores como Carlos Rodríguez que él. Pizarro tiene un severo problema de mentalidad, en términos comunes es: “ardido”, cuando pierde; “burlón”, cuando gana, y “berrinchudo”, cuando sale de cambio. No sé de ningún equipo top que se vaya a fijar en alguien así de inmaduro para un proyecto serio.
Por último, se hablaba también que el dueño del Inter de Miami, David Beckham, va a ayudar a Pizarro a irse a Europa. Esto no tiene el más mínimo sentido. ¿Por qué pagarías la cláusula de rescisión de un futbolista y hacerlo un jugador franquicia, si después lo vas a vender y, casi seguro, más barato? Además, en Europa no siguen la MLS, es un mercado que no interesa. Si fuera el caso, Landon Donovan hubiera tenido una carrera allá, como otros jugadores destacados de esta liga. Rodolfo escogió renunciar al esfuerzo, eligió el dinero. El tiempo dirá si tomó una buena decisión. [nota_relacionada id=861363]
POR GERU
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