ASÍ LO VEO YO

Hezbolá trató de engañar al mundo, pero fue descubierto por Israel

El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu reveló parte de la información al respecto en el discurso pre-filmado que dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas

OPINIÓN

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Jana Beris / Así lo veo yo / Opinión El Heraldo de México

La organización terrorista Hezbolá, brazo de Irán en Líbano, desarrolla misiles precisos para usar contra Israel, en instalaciones subterráneas en tres barrios residenciales de Beirut: Lailaki, Jnah y Choaifet. Con ello, claro está, pone en peligro a la población civil que allí vive, mientras desarrolla proyectiles balìsticos destinados a atacar a la población civil israelí. 

El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu reveló parte de la información al respecto en el discurso pre-filmado que dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que proporcionó incluso las coordenadas exactas de las instalaciones en cuestión. 

El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, desmintió la acusación de Netanyahu, y llamó a la prensa a visitar el lugar en el barrio Jnah de Beirut, en el que según el primer ministro israelí estaban fabricando misiles. Quizá pensó que si las cámaras no ven misiles, nadie se daría cuenta de lo que hay allí. Pero como a Israel le va la vida en ello, su servicio de Inteligencia es capaz de mucho más que lo que Nasrallah parece imaginar. 

Un hombre, que resultó ser portavoz de Hezbolá aunque no se presentó como tal salió a decir a los periodistas: “Este sitio no pertenece a Hezbolá. Los dueños están aquí y ustedes pueden preguntarles”. Apareció entonces un hombre  al que un periodista le pregunta:   “¿Usted trabaja para Hezbolá?”.  El hombre responde: “Quiero ser muy claro. No soy un operativo de Hezbolá, aunque claro que estamos muy orgullosos de pertenecer a la zona en la que Hezbolá está operando”.  El pequeño “problema” es que Israel lo reconoció. El hombre es Mohammad Kamel Fouad Rammal, miembro de Hezbolá, que dirige esa instalación ubicada en el barrio Jnah de Beirut. Es parte de la unidad de producción de misiles precisos que trabaja de cerca con Irán, por lo cual viajó en varias oportunidades a  Teherán junto a otros miembros del grupo.

No menos  interesante —en realidad mucho más— es lo que Israel reconoció en las imágenes tomadas en el lugar. En el video editado por la unidad del portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel —con leyendas en inglés— aparecen claramente: 

  1. Máquinas hidráulicas y máquinas manuales que cortan metal con rayos láser que se utiliza para crear un componente estabilizador de misiles, cubiertas de motores y cabezales bélicos.
  2. Una máquina que se utiliza para formar cilindros de metal, formar componentes de motores  y cabezales bélicos.
  3. Una máquina que dobla metal, utilizada para dar forma a cubiertas de motores de misiles, cabezales bélicos y cubiertas de componentes de navegación.

 Esta no es la primera vez que Israel advierte sobre el emplazamiento de elementos de guerra de Hezbolá -misiles, explosivos y demás- debajo de instalaciones civiles libanesas. Hace unos años, Netanyahu hizo una revelación similar acusando a Hezbolá de tener depósitos similares bajo el estadio de fútbol de Beirut. 

El peligro es doble: evidentemente para Israel, blanco programado de los ataques de Hezbolá, pero también para la población libanesa, en cuyo seno esta organización terrorista esconde armas, misiles y explosivos que de hecho la ponen en riesgo.

Esta industria de la muerte se desarrolla debajo de barrios residenciales de la capital libanesa. 

Hay que frenar a Hezbolá.

POR JANA BERIS
PERIODISTA

 

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