“Mis Acereros ganaron ¿otra señal del Apocalipsis 2020?, ¡salud por ello!”.
Por sexta semana consecutiva, con variaciones acorde, ese comentario circula en redes sociales.
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No es difícil comprender la experiencia del autor. Claro que quiere ver a su equipo ganar, pero sabe que la mala racha ha sido tan larga, que tal vez no deba hacerse ilusiones.
Y es que las condiciones están ahí. Sólo hace apenas unos meses el equipo estaba en problemas. Su quarterback, Ben Roethlisberger, Big Ben, sufrió una lesión a inicio de la temporada pasada, otra de las muchas que se han sucedido en los últimos años. A los 38 es un gran veterano que, con sus dos anillos de Súper Tazón, sabe, como todos, que está acercándose al final de su carrera.
Ahora está jugando en plenitud absoluta, él mismo ha confesado el miedo que le daba volver y es asombroso el trabajo que está haciendo. Por supuesto que eso le inyecta vida al resto del equipo, que no estaba tampoco haciendo un buen papel la temporada pasada; se esforzaban, claro, pero estaban descoordinados, perdidos.
Es cierto que la salud del pilar del equipo no es lo único a favor. La combinación de receptores y alas cerradas jóvenes, corredores fuertes y veloces, y una línea ofensiva poderosa, han dado excelentes resultados. La última actuación frente a los Titanes de Tennessee hace pensar que los de Pittsburgh pueden ser los grandes contendientes que le disputarán a Kansas City el título de la Conferencia Americana.
La defensa, rápida y fuerte, también está haciendo su parte; mejorando en su perímetro, presionando a los quarterbacks rivales, deteniendo la carrera de sus oponentes (como al limitar a Derrick Henry, corredor de los Titanes, uno de los mejores corredores de la liga). Así, con el último resultado consiguen dos cosas: ligar seis victorias y cero derrotas (lo que no habían hecho desde 1978), y ser la única franquicia invicta a estas alturas; claro que eso es mérito también de los Cardenales de Arizona y su espectacular remontada ante los Halcones Marinos de Seattle, en el domingo por la noche.
Su prometedor inicio también se explica por las bajas por lesión en la mayoría de los equipos, que sufren la falta de una pretemporada que se tuvo que cancelar por la pandemia.
¿Este histórico equipo, tan querido aún en México, podrá conservar el nivel?, ¿materializar la promesa? Una de las pruebas más importantes viene la próxima jornada, en donde se enfrentarán a los Cuervos de Baltimore, favoritos para la final de conferencia e incluso para el Super Bowl y quienes tienen al MVP de la temporada pasada: Lamar Jackson. Veremos.
POR GUSTAVO MEOUCHI
@GMOSHY67