Fideicomisos, una expropiación de la cuatroté

El gobierno dispondrá de recursos que provienen de instituciones extranjeras, lo que a todas luces significa una requisa

OPINIÓN

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Por donde se le vea, la desaparición de fideicomisos significa una requisa, una expropiación de recursos que vienen del extranjero y que no necesariamente pertenecen al Estado mexicano.

Esa es una de las interpretaciones que hacen científicos y académicos sobre la disposición ordenada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para eliminar 109 fideicomisos y trasladar sus recursos a rubros que nadie sabe a ciencia cierta cuáles son. Lo que sigue después de una decisión avalada por la Cámara de Diputados es una cascada de controversias y demandas, porque algunos de los fideicomisos son auspiciados con recursos de instituciones extranjeras, sobre todo, los que tienen que ver con ciencia, tareas académicas y la tecnología.

El doctor Antonio Lazcano, investigador y miembro de El Colegio Nacional, plantea que la 4T no puede disponer de recursos que no le pertenecen y tampoco es suficiente con etiquetarlos para menesteres o programas específicos.

Simple y sencillamente –me dijo ayer en una entrevista para El Heraldo Radio– son recursos de la autogestión, convenios internacionales y donaciones de organismos extranjeros. Y el problema no es que se vaya etiquetado a otro lado, sino que se trata de una expropiación totalmente ilegítima.

Por ejemplo, en el caso del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) hay recursos que provienen de la Sociedad Max Planck, de Alemania, y otros del Centro para la Investigación Científica, de Italia; es decir, es dinero del extranjero.

En los argumentos planteados para desaparecer esas figuras, AMLO y los diputados señalaron corrupción, pero la comunidad académica también tiene una respuesta.

María de la Luz Jimena de Teresa, del Instituto de Matemáticas de la UNAM, explica lo que significa un fideicomiso. Lo define como un “cometido de confianza”, un organismo dedicado a gastos precisos y puntuales.

Por esa razón, considera que es exactamente todo lo contrario a lo que dice el Presidente. Son recursos fiscalizados y revisados con lupa hasta dos veces por año por la Auditoría Superior y la Función Pública.

Alma Maldonado, investigadora del Cinvestav, planteó a su vez que los fideicomisos tienen normas sobre cómo usar el dinero, cómo justificarlo, en qué y cómo gastarlo.

Bajo esta óptica, los académicos no avalan en modo alguno lo hecho por el Congreso. Igual que otros científicos consideran que AMLO está siendo víctima y quiere hacerlos víctimas de un engaño por su poca comprensión del problema. Y después del 68, con los golpes que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz le dio al mundo académico, este es el segundo más grave en la historia reciente del país, en donde la vida académica, la vida científica, se ve seriamente amenazada.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “El aspecto más triste de la vida en este preciso momento es que la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría”. [nota_relacionada id=1269041]

POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX 

@ALFREDOLEZ

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