COLUMNA INVITADA

Educación, vacuna contra la irrelevancia

Nuestra sociedad actual tiene la obligación y la responsabilidad de encarar los nuevos desafíos, haciendo hincapié en que la preparación y el aprendizaje son una necesidad vital en la configuración del mundo digital

OPINIÓN

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Javier García Bejos/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El mundo atraviesa por una profunda y compleja transición entre la era industrial y la era digital. No sería apropiado entender este cambio como una crisis, sino como un camino lleno de incógnitas que está modificando, sustancialmente, la forma en que las sociedades reaccionan ante las perspectivas del futuro; ante la capacidad humana de adaptabilidad en un entorno en donde todo avanza a tal velocidad que apenas si somos capaces de dar cuenta de ello.

Muchas de las interrogantes que surgen frente a este cambio de época tienen que ver con el mercado del trabajo y cómo y bajo qué circunstancias, una máquina podrá sustituirnos. Tal y como sucedió a principios de siglo XX con la aparición del motor de combustión y todos los cambios que eso produjo en la movilidad de los individuos, en la industria, en la economía y en el medio ambiente.

La irrupción de la inteligencia artificial es un llamado a entender que los cambios en la manera en que vivimos, trabajamos, emprendemos y administramos recursos, requieren de una nueva visión sobre cómo generar valor agregado. El camino, desde mi óptica, es saber aprovechar la coyuntura y las herramientas que la era tecnológica nos ofrece y valorar que hoy día contamos con la generación más preparada para ese propósito.

Si no se asimila adecuadamente este proceso de transición, en un futuro, millones de personas podrían convertirse en simples espectadores, debido a su nula capacidad de adaptabilidad a las circunstancias de un nuevo mundo, en donde la educación continua, la capacitación y la reinvención de las personas, serán elementos clave para mitigar el riesgo de verse rebasados por las máquinas y la automatización.

Depende de nuestras sociedades actuales, pero particularmente de los jóvenes, establecer pronto una agenda que sea compatible con ese futuro que ya nos alcanzó, y entonces, rediseñar instituciones, espacios de trabajo y ocio y desarrollar -aún estamos a tiempo- habilidades que nos permitan franquear el destino que tanto temen algunos y evitar que millones de seres humanos formen queden a la deriva.

En así que, en este escenario de constante reinvención, la innovación científica, tecnológica y de educación, fungen de antídoto frente a los retos del porvenir. Nuestra sociedad actual tiene la obligación y la responsabilidad de encarar los nuevos desafíos, haciendo hincapié en que la preparación y el aprendizaje continuos son, hoy más que nunca, una necesidad vital en la configuración del mundo digital; una suerte de vacuna contra la irrelevancia.

 

POR JAVIER GARCÍA BEJOS
@JGARCIABEJOS

FACEBOOK: JAVIER GARCÍA BEJO