La escudería McLaren sorprendió en 2019, y se ancló en la tabla de constructores como “el mejor del resto”, algo que quizá nadie esperaba, luego de los múltiples problemas que enfrentó durante su reciente sociedad con Honda, que perduró por espacio de tres temporadas, comprendidas entre 2015 y 2017.
De hecho, la situación adversa que vivió McLaren, y la fuerte presión ejercida por Fernando Alonso, dio al traste con aquella relación y, al final, también con la carrera deportiva del asturiano dentro de la Fórmula 1.
Los 12 abandonos que sufrió McLaren en 2015, resumen una pésima temporada en la que terminó octava, tras una miserable cosecha de 27 puntos. En 2016 tuvo un ligero repunte y acabó en sexto lugar, con un total de 76 unidades. Ese año, Alonso cruzó la meta del Gran Premio de Mónaco en la quinta posición, mientras que Jenson Button se adjudicó un sexto puesto en la carrera de Austria. Esos fueron sus mejores resultados.
Pero en 2017 la presión mediática colmó la paciencia de los ingenieros de Honda, y la rispidez con Alonso fue en aumento. McLaren finalizó la temporada en un humillante noveno lugar, con tan sólo 30 puntos en su casillero.
Y así fue como después de tres años terminó la tortuosa relación con Honda, que emigró a Toro Rosso en 2018 y comenzó a fabricar los motores para el equipo filial de Red Bull. Desde ahí ha dado un interesante salto cualitativo al motorizar a ambos equipos, con los que ya ganó 11 podios en 2019: nueve a manos de Max Verstappen, uno de Pierre Gasly y otro más de Daniil Kvyat.
De esta manera, quedó comprobando que no toda la culpa era de los japoneses, y que el diseño de los monoplazas de McLaren también incidía de forma negativa en su pobre desempeño.
En 2018, McLaren firmó con Renault, a la espera de ver si los franceses le entregaban un motor competitivo, y se puede afirmar que hubo una mejoría que los sacó del fondo de la tabla para llevarlos al sexto lugar. Alonso obtuvo un quinto puesto en el Gran Premio de Australia y ese año decidió retirarse para incursionar de lleno en otras categorías.
Y en el año pasado, el diseño del MCL34 se hizo con una mayor acuciosidad en función del motor Renault, y el bravío pilotaje del madrileño Carlos Sainz, que acabó por convertirse en una bocanada de aire fresco para los seguidores del equipo, que sumó 145 puntos y acabó en ese promisorio cuarto lugar.
En 2020, se espera que McLaren se acerque a los tres punteros, con miras a volver al sitio de privilegio del que ha gozado a lo largo de su historia como una de las escuderías más laureadas y emblemáticas, en cuyo palmarés están inscritos nada menos que ocho campeonatos de constructores y 12 de pilotos.
POR JUAN ANTONIO DE LABRA
@JDELABRA68
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