Nos enseñaron a sumar, restar, dividir y multiplicar. En mi caso, a llevar el uniforme perfecto, a ser ordenada, a sacar 10 y a rezar. Sin embargo, hoy en día hace falta mucho más que eso.
Este 2020, la juventud y la niñez exigen fomentar una educación diferente. La semana pasada fue el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, y sí, hace falta hablar de la salud mental y, desde la escuela, tener una formación que fomente la autoestima, los valores y la seguridad.
Nos enseñaron a cursar varias materias, obtener títulos, tener diplomados y maestrías que cada vez se hacen más necesarios e incluso indispensables para la vida diaria. Y no es una idea errónea, sin embargo, no es lo único importante para garantizar la educación integral de un individuo.
La educación integral tiene que ver con valores, con actitudes, con hábitos, con maneras de sobrellevar situaciones, con tener resiliencia y tolerancia a la frustración. Eso realmente nos garantizaría un poquito de felicidad o, por lo menos, de estabilidad emocional.
Según las cifras del Inegi, en México se suicidan 17 personas cada día, siendo la población más vulnerable hombres de entre 20 y 24 años.
Nuestro país ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de bullying en educación primaria, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, afectando a más de 18 millones de niños, tanto en escuelas públicas como privadas. El 59% de los suicidios de niños de entre 10 y 13 años se debe al acoso escolar.
En México, a partir de 2016, la depresión ocupa el segundo lugar entre los trastornos de salud mental más comunes.
El caso de Torreón, en el que un niño de 11 años mató a su maestra y después se suicidó, es sólo una parte de la estructura social en México. Algo está pasando, que es urgente atender.
A consecuencia de la gravedad del bullying, varios expertos están investigando este tema desde varias perspectivas, pero se cree que por lo menos uno de cada cuatro niños sufrirá de acoso en algún momento de su vida, y eso sin contar con el llamado cyberbulling que está acumulando más casos cada vez.
Se sigue educando a los niños y a los jóvenes para una realidad que ya no existe, para un mundo que ya no es el que vivimos y que ya pasó hace mucho tiempo. Se tiene la idea de que la salud mental, la educación emocional e integral es para los locos, para los raros y para los desubicados sociales, en lugar de ser considerada como una parte importantísima, incluso crucial para la vida.
Ese tipo de educación en la que la memoria, las calificaciones y las tareas son lo único importante, ya pasó de moda. Y vamos tarde. México va tarde en cuestión de educación. De tener una lista de materias en las que incluyan “otro tipo de educación”, la emocional, la ambiental, la del respeto y la de la espiritualidad.
Según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, 50 por ciento de los trastornos mentales inician antes de los 21 años y casi uno de cada cuatro adolescentes se encuentran afectados por uno o más problemas de salud mental, por lo que en calidad de urgente, se tendría que modificar el sistema educativo de nuestro país. [nota_relacionada id=840345]
POR MARÍA DEL MAR BARRIENTOS
MARIMAR.BARRIENTOS@HERALDODEMEXICO.COM.MX
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