El presidente López Obrador logró hacerse de la mayoría de los gobernadores para implementar el polémico Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y con esa estocada ha fracturado a la asociación de gobernadores que en tiempos de Vicente Fox cambió la relación política entre el Ejecutivo federal y los gobiernos estatales.
Con la adhesión de los mandatarios del PRI a su proyecto, que sustituye al Seguro Popular, Andrés Manuel tiene el respaldo de 18 mandatarios (11 del PRI, 6 de Morena y uno del PES), dos más de la mitad del total en el país y avanza en su plan de volver al esquema del viejo federalismo en la nueva organización territorial de los poderes.
A Morena, con sus pugnas internas, poco a poco se les va uniendo el PRI, que por sí solo es un partido muerto a pesar de la población que gobierna. Mejor el Revolucionario Institucional dejó de darle problemas a Andrés Manuel que los de su partido, cuyos grupos internos están enfrascados en una lucha fratricida por el reparto de espacios de poder.
El senador Samuel García, de Movimiento Ciudadano, dijo a gobernadores del PRI, quienes salieron como aliados de López Obrador, tras una reunión en Palacio Nacional, que son unos “agachones” por sumarse al Insabi, a pesar de que no se conocen las reglas de operación del proyecto.
“Hay gobernadores muy agachados, cediendo sus facultades, y otros más firmes que están pidiendo respeto al federalismo. Queremos pedirles a los gobernadores que así como Jalisco, Nuevo León y el PAN, no pueden ceder a esta responsabilidad y no pueden otorgarle la salud al centro”, reclamó el senador, quien busca la gubernatura de NL por Instagram y redes sociales.
Quienes no dan su brazo a torcer son Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano; el perredista Silvano Aureoles, de Michoacán; el independiente Jaime Rodríguez, de Nuevo León, y los 10 del PAN, constituidos en una asociación de gobernadores. “Refrendamos nuestra postura: estamos ofreciendo una alternativa al modelo de salud que propuso la Federación. Ningún miembro de nuestra asociación ha firmado convenio de adhesión. Buscamos un acuerdo en beneficio de todos sin arriesgar la calidad de los servicios de salud”, escribieron los panistas en una carta.
La unión de los priistas a uno de los programas insignias del Presidente y aunado al modelo de los superdelegados que tendrán a cargo el manejo de los programas sociales, debilita a los gobernadores, que después de constituirse en 2000 fueron denominados como el Cártel de los Virreyes por su fortalecimiento político como actores de la arena nacional, por el incremento de recursos transferidos (por excedentes petroleros en 12 años, 420 mil millones se redistribuyeron en total opacidad) y por la descentralización de las políticas de salud y educativas, entre otras.
La pregunta que se abre aquí es: ¿conviene al país volver al presidencialismo de Salinas de Gortari?
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UPPERCUT: Lo que faltaba. Ahora el gobierno nacional cierra la vigilancia ciudadana a los albergues de migrantes. Trump debe estar aplaudiendo.
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POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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