Coronavirus son aquellos virus con aspecto microscópico de “corona solar”. Un tipo de coronavirus es el SARS (por las siglas en inglés de “síndrome respiratorio agudo grave”). La epidemia que se vive, cuya génesis se ubica en un mercado de Wuhan, la capital de la provincia de Hubei en China, ha tomado por sorpresa a la comunidad médica y aún no se tiene un nombre específico y se sigue refiriendo a él por su grupo genérico. Actualmente se encuentra en discusión su origen (se cree que se transmitió de un animal a una persona), su estructura, su forma y velocidad de transmisión, y su peligrosidad, aunque ya ha cobrado casi una centena de vidas en China y hay más de dos mil personas infectadas en ese país. También se registran casos de contagio confirmados en Japón, Malasia, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Vietnam, Australia, Francia, EU y un presunto caso en Canadá.
¿Es necesario tomar acciones preventivas para evitar una pandemia global? Sin duda. Pero hay que lograr el siempre delicado equilibrio entre información veraz, oportuna y accesible a fin de prevenir, sin caer en leyendas y pánico que a nadie ayudan. Dos mil casos en una población de casi mil 400 millones de personas es sumamente acotado, pero cuando se habla de 80 muertes y casos en todos los continentes, se disparan las alertas. La pregunta obvia es: ¿está en riesgo mi comunidad? Sí, pero hay niveles altos, moderados y remotos según la interacción con personas de la ciudad de Wuhan o con alguno de los otros infectados en particular. ¿Qué medidas se deben tomar para prevenir el contagio? Según la doctora Alison McGeer, especialista en enfermedades infecciosas del hospital Monte Sinaí de Toronto: lavarse las manos, y si se presentan síntomas, acudir al doctor y no salir de casa. ¿Cuáles son los síntomas? Escurrimiento nasal, dolor de cabeza, tos, dolor de garganta y fiebre. ¿Cómo diferenciar los síntomas versus una gripe o incluso la influenza? Solamente médicos y análisis clínicos pueden confirmarlo. Ninguna epidemia por más acotada que se perciba, debe minimizarse, y menos, en ésta época de interacciones a escala mundial entre las personas y de globalización de información y de desinformación. A las autoridades les toca: 1) informar, 2) prever un mucho mayor número de personas que acudan a hospitales para diagnóstico y atención, 3) contar con protocolos de información y alerta temprana sobre todo en puertos, aeropuertos, cruces fronterizos y lugares multitudinarios (incluidos centros escolares y de trabajo), 4) tener previstos protocolos de tratamiento médico para enfermos, familiares y otras personas expuestas, 5) intercambiar información y conocimientos a nivel internacional, 6) contar con esquemas integrales de manejo de crisis de salud, como de información e incluso de recursos financieros de emergencia.
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POR VANESSA RUBIO
SENADORA DEL PRI
@VRUBIOMARQUEZ
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