La distracción es una de las armas más poderosas para controlar países enteros. Ahora los líderes, no son los que inspiran, son los que controlan las masas, por medio de la percepción, en medio del caos.
México sigue incendiado, y aún ni siquiera concluimos la cuarta semana del primer mes del año, aquí los hechos: como si fuese una escena de película de acción, cerca de 150 hombres armados a bordo de 50 camionetas queman 22 casas en el pueblo de Las Pomas, en Chihuahua. Además, en Guerrero, 10 músicos indígenas de Chilapa, encontraron la muerte al ser calcinados en el camión en que viajaban. No sólo eso, el asesinato de Isabel Cabanillas, quien a sus 26 años no tuvo miedo de alzar la voz y exigir más seguridad para las mujeres para tener un fatídico desenlace.
Una auténtica hemorragia, que ha sido provocada por la ausencia de una verdadera estrategia de seguridad.
Y ante este escenario tan preocupante, en las conferencias mañaneras, sólo se alienta a que se pregunte sobre la rifa de un avión cuyo costo es superior a los 130 millones de dólares, lo que sin duda, a mi parecer, es la cortina más grande de humo de la historia.
Por otra parte, lastimosamente, los que menos tienen, enfermos de todas las edades se ponen más graves en los hospitales sin medicamentos, ante un inoperante y ocurrente Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Y como si no bastara, sumemos la crisis humanitaria que se vive en nuestras fronteras con la llegada de caravanas de migrantes, pero también de nuestros connacionales que, por decenas, son deportados de Estados Unidos.
Y dentro del caos, que se oculta con una rifa de algo que no se puede rifar o vender, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año a sólo 1 por ciento.
Y, al igual que el año pasado, siguen sin llegar las inversiones, por ende, no hay generación de empleos.
Manejar la opinión pública con cortinas de humo no dura para siempre, todo tiene un punto de quiebre.
Ocultar hechos de inseguridad, desempleo, falta de crecimiento económico, un retroceso abismal en el sistema de salud del país, significan vidas, muertes y realidades de millones de mexicanos que pareciera que votaron para que un gobierno no les preste ni los servicios más básicos para vivir en paz.
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POR ANILÚ INGRAM VALLINES
DIPUTADA FEDERAL
@ANILUINGRAM
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