El tiempo es lo que pasa mientras los mexicanos vemos sexenios pasar riendo de los memes del momento. Así el de Enrique Peña Nieto y ahora el de Andrés Manuel López Obrador.
En comunicación, las cosas están bien o mal de acuerdo con el objetivo. Las estratégicas, técnicas y herramientas son las mismas; lo que cambia es el foco. A pesar de ser graves, hechos como Ayotzinapa mataron el “Mexican Moment”; mientras que Bavispe y la familia Le Barón es sólo un aparente bache en el camino para la #4T. Los Chapos son dos caras de la misma moneda.
[nota_relacionada id=812260]
En el pasado, los resbalones públicos de la mano de la nube de la corrupción nos engancharon hasta convertirse en repudio. El presente es ecuación espejo. Cualquier resbalón público es utilizado para defender a rajatabla cualquier cosa que se haga en nombre de la transformación. Nos justificamos frente a nosotros mismos.
¿Bueno o malo? Depende para quien. Sin embargo, ambos extremos son preocupantes porque en los dos escenarios estamos perdiendo el tiempo en términos económicos y de estrategia de negocios. El precio no lo pagan ninguno de los dos Presidentes, lo hacemos usted y yo. Ojo: lo que va a trascender de este sexenio no circula en redes sociales.
¿Ha pensado en cuántas inversiones nos han dado la vuelta por la narrativa de la corrupción del pasado? Incalculables. La promesa de un futuro mejor da votos, no atrae inversionistas. A ellos les estamos sirviendo el platillo que quieren, por ejemplo, luchar realmente contra los corruptos, pero en los tiempos y platos equivocados.
En el pasado inmediato perdimos mucho tiempo alimentando las vanidades de los que gobernaban. ¿Qué ha cambiado? Solamente el lugar en el que la estrategia de comunicación pone el reflector. Seguimos creyendo que alimentar vanidades al estilo #4T garantiza el camino anhelado.
Momentos de tensión vienen para todos los organismos empresariales: CCE, Concamin, Concanaco, CEEG; por mencionar algunos. El Gobierno de México ha sabido donde poner el reflector. La implementación de sus políticas va viento en poca. ¿Y las inversiones? No se encuentran a ellas mismas.
Una telaraña pude aguantar más que el acero. Pero ahí viene el búmeran, porque ser empresario en México empieza a dar miedo. ¿Culpa de quien? De todos, que andamos distraídos de lo que somos como país, de lo que ofrecen las cosas buenas de la transformación y centrados en lograr una bendición oficial que no va a llegar. Como dice la canción: “pero te vas a arrepentir”.
#JUSTICIA
Nos acostumbramos a ser los ciudadanos quienes pagamos los platos rotos. La ingeniera Karla Castro lucha por romper la inercia. En las instancias correspondientes y con la ley bajo el brazo sigue luchando contra la ligereza con la que Siemens México y Ternium toman la seguridad de sus empleados y evaden responsabilidades. La estrategia ahora es buscar que el trabajador desista de demandar, la convicción es seguir adelante porque no es uno, somos todos. [nota_relacionada id=827126]
POR ÓSCAR SANDOVAL
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ
eadp