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La guerra

Una maniobra que favorece electoralmente a Trump es la muerte del general Qasem Soleimani, porque representaba un peligro inminente

OPINIÓN

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Donald Trump está en guerra. En noviembre enfrentará en las urnas al electorado estadounidense.

De acuerdo con el portal RealClearPolitics, Trump perdería contra cualquiera de los precandidatos demócratas con excepción de Pete Buttigieg, al que le ganaría por 0.7 por ciento de la votación.

Según los estudios demoscópicos, al día de hoy perdería por cuatro puntos porcentuales en contra de Joe Biden. Los apostadores perciben la realidad de manera distinta, son más conservadores y posiblemente más astutos.

En los portales de apuestas como OddShark, los momios son de 20/29 a favor de Trump, es decir, tiene 59 por ciento de probabilidades de ganar. Bajo el supuesto de que se le apuesten 100 dólares, el ganador recibiría sólo 168; pero si se apostaran esos mismos 100 dólares a favor de Bloomberg, obtendría mil 300 dólares: apenas le dan siete por ciento de probabilidades de éxito.

El modelo de Alan Abramowitz predice que si el nivel de aprobación de Trump se mantiene igual y el PIB crece entre uno y dos por ciento obtendría entre 263 y 283 votos electorales. Para ganar necesita 270. Sorprendentemente el modelo se apega a la realidad. Trump saldrá fortalecido del proceso de destitución en su contra, la economía crecerá este año entre dos y tres por ciento y habrá pleno empleo.

En las últimas tres semanas ha sumado puntos en su esfuerzo reeleccionista. La firma del T-Mec es una victoria para el proteccionismo comercial que ha caracterizado a su administración.

Otra maniobra que lo favorece electoralmente es la muerte del general Qasem Soleimani. A pesar de que en un inicio parecía una insensatez, el presidente Donald Trump eliminó al miembro del ejército iraní que representaba un peligro inminente para la seguridad estadounidense y sus ciudadanos.

Irán no se va a enfrascar en una guerra con Estados Unidos ni tampoco iniciará la tercera guerra mundial, como se ha mencionado.

Hacer un símil con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria y el inicio de la primera guerra mundial es una bobería. El costo de una iniciativa bélica global es altísimo. También el presidente Trump conoce la función de utilidad de los Ayatolas y sabe que no habrá una respuesta militar. No lo hicieron en 1988 cuando Estados Unidos derribó un avión comercial con 290 pasajeros.

La eliminación de Soleimani, además, podría tener un efecto positivo en nuestra región. Su financiamiento a las FARC-EP de Colombia se han documentado in extenso y es vox populi que el general tuvo la intención de reclutar Zetas para asesinar al embajador Saudí en Washington.

Ante ese escenario, si los demócratas quieren ser competitivos electoralmente tendrán que alejarse de los Sanders e inclinarse por un candidato que pueda dar la batalla frente a Trump.

Y lo más importante voltear hacia el electorado latino y en especial al mexicoamericano. Ellos pueden significar la salvación del partido demócrata, la ilusión que necesita Estados Unidos y la recuperación de la esperanza global.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY

CONSULTOR

@AECHEGARAY1

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