Una cubeta con fugas

Si lo que importa es mejorar la vida de millones de mexicanos, matar el SP es una aberración

El argumento más repetido para justificar la desaparición del Seguro Popular por los defensores del gobierno es que estaba plagado de corrupción. Como había corrupción, había que matarlo. En el fondo, este argumento va contra “poner primero a los pobres”, lo que el presidente ha defendido durante décadas.

Okun fue el economista norteamericano que diseñó en gran medida el proyecto más igualitario de la segunda mitad del siglo XX en EEUU, la “Great Society” de L.B. Johnson. En un ensayo titulado “Igualdad y eficiencia” utiliza la metáfora de una cubeta con fugas para describir el dilema que enfrenta el Estado al diseñar e implementar políticas publicas redistributivas. El Estado utiliza la cubeta para llevar agua, o recursos, de los que más tienen a los que menos tienen.

La cubeta es imperfecta, tiene fugas. No toda el agua que con la que se llena la cubeta llega a su destino, hay ineficiencias administrativas y corrupción. La disyuntiva que plantea es cuestionarnos qué cantidad de fuga, o merma, estamos dispuestos a tolerar como sociedad con el fin de redistribuir.

La respuesta de cada individuo está delimitada por dos extremos. Desde una perspectiva totalmente igualitaria deberíamos de estar dispuestos a tolerar una merma casi absoluta siempre y cuando llegue una gota. En el otro extremo, una visión totalmente neoliberal, no estaría dispuesta a tolerar una sola gota de merma porque es un desperdicio de recursos. Okun opta por un punto de vista intermedio, donde entiende la necesidad de la existencia de la cubeta redistributiva y la naturaleza de administración pública que genera fugas.

¿El SP era imperfecto? Por supuesto que sí, como toda política pública. ¿Había corrupción? Sin duda, como hay en todo el Estado mexicano. Pero había sido un instrumento redistributivo eficaz como lo muestran las cifras del CONEVAL: la población con carencia de servicios de salud pasó de 42 millones en 2008 a 20 millones en 2018. Como lo menciona el estudio de la OCDE, citado por defensores del gobierno aunque parece que no leyeron, “con el SP 50 millones de mexicanos cuentan con un aseguramiento público que antes no tenían” y ha llevado a mejoras en indicadores clave como mortalidad infantil y materna. Uno de los estudios de política pública más grandes de la historia concluye que el SP redujo los gastos de bolsillo de forma significativa y los gastos catastróficos.

Si lo que importa es mejorar la vida de millones de mexicanos matar el SP es una aberración. No había que tirar la cubeta a la basura, había que taparle las fugas y hacerla más grande. Había que eliminar los espacios de corrupción y perseguir a los culpables, como en todo el aparato del gobierno. Si lo que se buscaba era crear un sistema de salud universal en México, que es indispensable, hay que empezar por la unificación y la desvincular la condición laboral del derecho a la salud. No había que crear una quimera que no tiene reglas de operación, no cubre alta especialidad, no tiene un mecanismo de financiamiento, y deja en la incertidumbre laboral a decenas de miles de trabajadores del sector salud.

POR JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA

COLABORADOR

@JORGEACAST

eadp / abr