Max Verstappen acaba de firmar una extensión de su contrato para permanecer con Red Bull hasta 2023; es decir, durante las próximas cuatro temporadas. Y de esta manera, el piloto holandés quedó “amarrado” a largo plazo con el equipo de la bebida energética, con el que debutó en 2016.
Tanto Helmut Marko, como Christian Horner, responsables de este equipo, eran conscientes de la relevancia de dar este importante paso, pues hoy en día, conjuntamente con Charles Leclerc, Max es uno de los pilotos jóvenes con más proyección.
De hecho, ahora solamente Leclerc lo supera con un contrato un año más largo, ya que está firmado con Ferrari hasta que concluya 2025. Esto sucedió desde el año anterior, luego de constatar la capacidad de un piloto que, por cierto, tiene una personalidad diametralmente opuesta a la de Verstappen, pero que también apunta cosas grandes para convertirse en campeón.
La apuesta que han hecho ambas escuderías es a largo plazo, porque si bien es cierto que Max está consolidado como el piloto líder de Red Bull, los cambios de la normativa que se implementarán en 2021 serán determinantes para saber cuál de los tres equipos dominantes tiene mejores expectativas de vencer a los demás, y esperar que otros se acerquen.
En dicho sentido, para Red Bull era imperativo contar con un piloto que está compenetrado con el trabajo que se ha venido realizando desde tiempo atrás, y que esa madurez, ganada a pulso, acabe de cristalizarse en aras de conquistar una victoria que tanto anhela Red Bull, por conducto de Max.
Cabe recordar que desde la época dorada de Sebastian Vettel con Red Bull, cuando el alemán les dio cuatro campeonatos al hilo (2010 a 2013), y también cosecharon el mismo número de títulos como constructores, en esos mismos años, Red Bull no ha podido volver a ese primer plano que tanta fama y reconocimiento le aportó.
Así que su apuesta es que Adrian Newey diseñe un coche que se adapte mejor que sus rivales a los cambios que dictará la normativa de 2021, y que Honda también avance en el desarrollo del motor, a fin de volver a saborear la victoria.
Pero para ello son conscientes que necesitan a un piloto con la garra y el talento de Max. Entretanto, Red Bull estudiará los resultados de Alex Albon, el compañero de Verstappen, y también el desempeño de los pilotos de Toro Rosso (Pierre Gasly y Daniil Kvyat), su escudería filial, que a partir de 2020 se denominará Scuderia Alpha Tauri Honda.
Porque ya se sabe que, en cualquier momento, la directiva hará los enroques convenientes para mantener a sus corredores motivados y siempre exigidos, con vistas a premiarlos con volver al primer equipo si acaso Albon llegara a descuidarse, tal y como le ocurrió a Gasly en 2019.
POR JUAN ANTONIO DE LABRA
@JDELABRA68
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