Un año con el "presidente" Guaidó

Pese a sus esfuerzos, el opositor no logra sacar a Maduro del poder. Las Fuerzas Armadas no lo apoyan

La fuerza de Juan Guaidó se está quebrando. Hace casi un año, el 23 de enero de 2019, el diputado del partido Voluntad Popular juramentó como Presidente encargado de Venezuela con base en una interpretación constitucional.

La falta de legitimidad de Nicolás Maduro por unas elecciones en las que impidió la participación de las principales fuerzas de oposición, y el desconocimiento de esos comicios por parte de la mayoría de los países de la región, llevaron al líder del Parlamento a “asumir” la Presidencia.

Mucho y nada ha pasado…

En este tiempo, Guaidó ha tenido logros significativos, pero también hay un estancamiento que no se puede negar y un desencanto de sus seguidores, que han reducido significativamente su respaldo en las calles.

Hasta ahora casi 60 países, encabezados por Estados Unidos, reconocen a Guaidó como Presidente de su país.

Para poder operar, en septiembre pasado EU aprobó 52 millones de dólares de financiamiento. También se le ha entregado el control de las cuentas de Citgo, filial de la petrolera Venezolana PDVSA.

No obstante, no ha podido obtener un respaldo fundamental para sacar al chavismo del poder: el de las Fuerzas Armadas. El 30 de abril pasado, Guaidó acariciaba la victoria, logró el apoyo de un grupo de militares: liberaron al líder moral de la oposición y mentor, Leopoldo López, pero no logró doblar a la cúpula militar y desde entonces la moral se vino a bajo.

La dictadura se fortaleció. El jefe de gabinete de Guaidó, Roberto Marrero, lleva nueve meses y medio detenido y se ha levantado la inmunidad parlamentaria a diputados afines.

Irónicamente, mientras la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, visitaba la nación, el chavismo acababa con la vida del capitán Rafael Acosta. La autopsia reveló traumatismo generalizado: “16 costillas rotas, fractura del tabique nasal, excoriaciones en hombros, codos y rodillas; hematomas en el muslo, lesiones parecidas a latigazos en espalda, pie fracturado y quemaduras por electrocución”.

El Presidente encargado se negó una y otra vez a dialogar con Maduro, pero aún así lo hizo y las pláticas, como se esperaba, no rindieron frutos. Según sondeos, la popularidad del Presidente Encargado ha caído de 61 a 38 por ciento.

Esta semana hubo una férrea batalla por el control del Parlamento —único órgano bajo control de la oposición— Guaidó buscaba su reelección, mientras que el chavismo dio un madruguete nombrando a Luis Parra al frente de ese órgano.

Hubo te todo, empujones, jaloneos, bloqueo de la entrada por parte de policías y hasta un apagón en la sede del Parlamento pero, finalmente, Guaidó juramentó de nuevo.

Desde hace meses, el Parlamentario no ha logrado que los venezolanos salgan a las calles como ocurrió principios de 2019. Hoy intentará reavivar el pulso. El desafío es grande y al parecer a Maduro nadie lo mueve.

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POR ALEJANDRA MARTÍNEZ
ALEJANDRA.MARTINEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALEJANDRAMTZ_87

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