Comienza el segundo año de Gobierno y AMLO fuerte

Con una aprobación superior a sus antecesores, el Presidente ya no necesita hacer promesas ni declaraciones beligerantes

Se ha venido sosteniendo por diversos medios y expertos que la fuerza política del presidente Andrés Manuel López Obrador sigue en su segundo año gobernando, y gobernando bien, ha generado altas expectativas, y este bono democrático con el que cuenta debe de aprovecharse y aclara cualquier duda que ponga en entredicho si estamos ante un presidente fuerte, muy fuerte, diría yo.

Andrés Manuel López Obrador cerró 2019 con una aprobación de 80 por ciento, cuatro puntos más que en noviembre de ese mismo año, de acuerdo con varias encuestas de importantes diarios nacionales y revistas especializadas.

El sondeo también revela que de noviembre a diciembre, el Presidente registró una mejora de 6 por ciento en su imagen de liderazgo, al pasar a opiniones favorables.

Es una certeza que es un gobierno altamente observado por propios y extraños, y éste segundo año de gobierno veremos desde defensas férreas que harán de esa administración hasta voces críticas cuestionando todo, ése es uno de los costos que deben asumir, aprender que ya no están más en campaña y que ahora serán sujetos de fiscalización, de la obligada transparencia pero sobre todo de la opinión pública, cuyos logros o decepciones serán inversamente proporcionales a las expectativas.

El ejemplo de su propuesta de la llamada cuarta transformación, permite vislumbrar un tanto sobre los alcances políticos y hasta conceptuales de su idea de gobierno, compararla con otros momentos relevantes de nuestra historia, se antoja arrogante, pero también con un tinte de frase de campaña que un programa de acción. Porque sus defensores por más que expongan sus elementos mínimos, no dejan de ser ambiguos a la vista del ciudadano, porque como sea, suena a que ya como país debemos apoyar al gobierno actual.

Cierto, Andrés Manuel López Obrador sigue en su segundo año de gobierno con números positivos, y muy positivos.

Con una aprobación superior a la mayoría de antecesores, pero que ya no está en campaña, es decir, ya no necesitan hacer promesas, ya no requiere de declaraciones beligerantes, ahora estamos ante el representante del Poder Ejecutivo, del lado de las instituciones con elementos legales y objetivos.

Este gobierno ya por segundo año ejerce presupuestos, ideas, planes, políticas, a hacer acuerdos, genera negociaciones a fin de minimizar los conflictos, porque de eso se trata el ambiente democrático, de encontrar salidas institucionales a potenciales zonas de conflicto; atrás quedaron las promesas fáciles, ha llegado el tiempo de gobernar y para ello se requiere más acciones que saliva, la crítica estará a la orden del día, tendrán oposición, tendrán plumas ácidas, habrá desacuerdos, incluso errores, eso lo sabemos todos, pero son ellos los que deben de comenzar por aceptar que esta arena que se estrena en su segundo año de gobierno es una arena de realidades, realidades urgentes de resultados para este 2020.

POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ ARAYA
ECONOMISTA
@DRLUISDAVIDFER



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