Los niños que orinan pesticida

La revelación de las enfermedades las hizo la periodista Sara Leos, en medios de la propia Universidad de Guadalajara

Monsanto, el gigante de los pesticidas que deja enfermos de cáncer en todo el mundo, también tiene víctimas en México: 200 niños y adolescentes de Autlán de Navarro, Jalisco, tierra de Carlos Santana, el mejor guitarrista de todos los tiempos, y otro municipio aledaño.

Junto a la telesecundaria Venustiano Carranza, de El Mentidero, hay un campo de pepinos, donde cada tercer día es fumigado para evitar que el fruto se arrugue y pueda venderse bien en mercados y centros comerciales.

En la telesecundaria también hay una cocina donde se preparan alimentos para los chicos, y lo único que la divide de los cultivos son una malla ciclónica, una puerta de hierro y ventanas que suelen estar abiertas de par en par.

Por ahí se coló el veneno que acabó en los organismos de casi 100 alumnos de esa escuela, así como en el de otro número similar de niños de preescolar y primaria de Ahuacapán. Todos orinan pesticidas.

En Estados Unidos, hace unos meses un jardinero con cáncer terminal ganó una demanda a Monsanto por 289 millones de dólares. Las primeras señales de la enfermedad se manifestaron en forma de sarpullido en Dewayne Johnson, quien aplicaba herbicidas de esa compañía, 30 veces al año, casi cada 12 días en un trabajo como jardinero que tuvo en 2012 en escuelas de Benicia, en San Francisco. De este lado, en Autlán, cuando las mamás de los muchachos empezaron a notar sarpullidos en los cuerpos de ellos, mareos, vómitos fuertes e irritación de ojos, se acercaron a investigadores de la UdG.

Alejandro Peregrina Lucano, profesor e investigador de Laboratorio de Farmacocinética Aplicada del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, me dijo que las señoras hacían una coperacha para pagar una investigación que determinara el estado de salud de sus hijos.

El especialista y un equipo de investigadores llevaron a cabo el estudio sin cobrar un centavo y concluyeron, aseguró, que en los cuerpos de los adolescentes hay glifosato, un herbicida de amplio espectro, como el que está matando al jardinero Johnson. Los paisanos de Santana padecen problemas de insuficiencia renal, cáncer, y aunque no dio números ni mucho menos nombres, me dijo que ya ha habido defunciones. La revelación de las enfermedades las hizo la periodista Sara Leos en medios de la propia UdG. Es un problema, de acuerdo con Peregrina, no sólo de Autlán ni de Jalisco, porque en diferentes cultivos de México se usan ese y otros pesticidas. Al estar en contacto directo con quienes lo aplican o mediante la filtración de los mismos herbicidas en el subsuelo y mezclados con el agua que se bebe, resultan mortíferos. Otros casos también fueron descubiertos por el mismo equipo de investigadores en Chapala, una región de Jalisco. Las autoridades de aquella entidad analizan las acciones que van a tomar para atender esa alerta de salud pública, así como sobre el uso de los pesticidas. El tema, incluso, ha llegado a la Cámara de Diputados federal, donde también se exige al gobierno de AMLO intervenir en la investigación. Urge que las dependencias se coordinen y abran la información.

POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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@ALEXSANCHEZMX


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