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Crème de la crème

OPINIÓN

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El martes 17 inició la primera jornada de la fase de grupos de la Champions League 2019/20.

El partido inaugural se disputó entre el Napoli y el Liverpool que perdió por dos goles y nos puso rápidamente en situación: el campeón defensor, pese a ser el favorito, no tiene ventaja especial.

La Liga de Campeones de la UEFA nació en 1955 impulsada por el periódico L'Équipe. La idea era tener una competición de élite en la que los clubs ganadores de cada liga europea se disputarán el título del mejor equipo del continente. A lo largo de los años tanto las ligas como la competición ha sufrido cambios importantes.

Actualmente los equipos europeos pueden contratar jugadores de todo el mundo y tenerlos en sus escuadras, siempre que puedan pagar por ellos. Así, en lo que a futbol se refiere, la relación entre el dinero y calidad se ha estrechado y la distancia entre equipos buenos y malos se ha profundizado. Esa combinación permite que el soccer europeo sea actualmente el más importante a nivel mundial. Sus clubs se nutren del talento de jugadores de todo el mundo que ven esas ligas como la oportunidad de consagrarse deportiva y económicamente.

El torneo también es relevante porque ofrece una oportunidad de competencia real para los grandes equipos. Se estima que solo veinte clubs de cuatro ligas europeas tienen nivel para enfrentarse unos a otros. Ellos compiten en sus propios países, pero ahí no todos los equipos pueden verdaderamente suponerles un reto así que el espacio de la Champions es importante para toda la industria.

La Champions tiene una modalidad de liga que permite que se encuentren el Manchester City de Guardiola, el Barcelona de Messi, la Juventus de Cristiano, el Real Madrid de Zidane y el PSG de Neymar y Mbappé. Esto nos llena de felicidad a los aficionados y activa resortes en la industria que no podemos contabilizar. El mundo está pendiente de la competición, la derrama económica permite pagar sueldos millonarios de jugadores, técnicos y directivos. Los empleos generados, los escaparates publicitarios, la derrama turística, todo se agita cuando los titanes se enfrentan, no solo las redes de las porterías.

Messi, Cristiano, Mbappé, Hazard, Kane, Griezmann, Neymar, Salá y tantos y tantos más, solo encuentran en esos partidos oportunidades cotidianas de sacar lo mejor de sí mismos. Si bien los mundiales de fútbol generan una emoción especial por orgullo patrio, la Champions League es el torneo anual más generoso en calidad futbolística.

Los pronósticos no se hacen esperar: Guardiola tiene esa asignatura pendiente, ya que solo ha ganado el torneo con el súper Barcelona de Messi y compañía. La Juve se preparó desde la temporada pasada trayendo a Cristiano, desean darle el título a la afición y al jugador. El Barcelona, que aún se duele de los descalabros contra La Roma y el Liverpool, se ha reforzado con Griezmann y De Jong y Messi tiene quizás su última oportunidad para levantar la orejona y hacerle la mala obra a su rival portugués ganando su quinto balón de oro.

El Real Madrid arranca con muchas dudas, pero sabemos que los Blancos y el propio Zidane son expertos en este torneo, que dominaron desde las primeras ediciones y en últimas fechas también, incluso con acusaciones de favoritismo. El PSG tiene en sus dos astros Neymar y Mbappé la fórmula para ganar, si y solo si el equipo los respalda, cosa que no ha sucedido en las justas pasadas. Todos harán lo posible para que los Reds no repitan.

Lo dicho, la Champions es generosa, hasta a México le toca su parte con Edson Álvarez en el Ajax donde ya anotó en la primera jornada y con el Chucky Lozano en el Napoli, de Ancelotti, que no olvidemos, ya abolló la corona del Liverpool. Disfrutemos esta fiesta, la más grande del futbol de calidad.

POR GUSTAVO MEOUCHI
GUSTAVO_MEOUCHI@YAHOO.COM
@GMOSHY67

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