La basura que se arroja a los mares es un tema de alerta a nivel internacional. Son toneladas de desechos y descargas de aguas residuales que no sólo provocan daños a la fauna marina, sino ponen en riesgo la salud de las personas.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), realizó un análisis al agua de mar de 273 playas en 17 estados costeros, y concluyó que cinco de ellas, no eran aptas debido al alto nivel de enterococos detectados: Caletilla, Hornos, Suave, Carabalí y Manzanillo, ubicadas en Acapulco, Guerrero.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destaca que la basura se acumula en el fondo del mar, la columna de agua, la superficie marina y en las costas. Son toneladas de bolsas de plásticos, envases de bebidas, latas y filtros de cigarros.
A pesar de que se conoce la magnitud de este problema ambiental continúa la tendencia de tirar desechos, sin importar las advertencias de organismos internacionales y nacionales.
El 2 de julio pasado, la UNESCO anunció que la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del río Colorado era ahora patrimonio de la humanidad en peligro por la inminente extinción de la vaquita marina.
Hay esfuerzos importantes que son un ejemplo para la sociedad, uno de ellos, es el trabajo que realizaron voluntarios para recoger toneladas de basura en 20 playas en Baja California.
Estamos hablando de las playas Tres Emes, Stacks, California, Hermosa, Pacífica-La Lagunita, Conalep, Estero de punta Banda, Laguna Figueroa (San Quintín), San Ramón, Bahía de los Ángeles, San Felipe, Puerto Peñasco, Puerto Lobos, Bahía San Jorge, Punta de Mogote, entre otras.
Esta labor no ha sido fácil, un “ejército” de 1,985 voluntarios, entre grupos, organizaciones, empresas, instituciones académicas y de gobierno, recorrieron cientos de kilómetros de playas a lo largo de Baja California para recoger basura.
Fueron las colillas de cigarro las que ocuparon el primer lugar, le siguen las botellas de plástico, de vidrio, taparoscas de plásticos, cubiertos desechables, platos y vasos de unicel, envoltorios de golosinas y frituras.
Otro elemento que nos está demostrando que algo esta mal es la presencia del sargazo, las cuales son algas que llegan del mar a nuestras playas caribeñas provenientes del Mar de los Sargazos, que es una enorme concentración de algas flotantes en el Océano Atlántico que alcanza una extensión de tres millones 500 mil kilómetros cuadrados.
Aún los científicos desconocen las razones de porqué el sargazo se desplazó a las zonas costeras, el cual puede ser por el cambio climático. Sin embargo, esta planta marina se descompone, liberando cantidades de sulfuro de hidrógeno que es un gas tóxico, inflamable y peligroso. Además de afectar al turismo nacional, pone en riesgo la vida de cientos de especies marinas.
No es posible continuar así. Todos tenemos que ser responsables y no tirar basura al mar y a las playas. Está en riesgo nuestra supervivencia.
POR LEONEL LUNA ESTRADA
ANALISTA POLÍTICO
@leonel_luna
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