Cambio de etiquetado, en marcha

Se dará una lucha por las prioridades de la agenda parlamentaria, al haber diversos pendientes en ambas cámaras para el próximo periodo

Desde este espacio de opinión se manifestó en octubre del año pasado, la convicción de que -ante la catastrófica epidemia de obesidad y diabetes que padece nuestro país- es indispensable cambiar el modelo de etiquetado nutricional para alimentos y bebidas, sustituyendo el esquema vigente de Guías Diarias de Alimentación (GDA) que, está demostrado, no funciona, por otro que cumpla con su propósito de informar adecuadamente a la población de los productos que más le hacen daño.

Hace un par de semanas, se aprobó en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados un dictamen para establecer un sistema de etiquetado frontal de advertencia, congruente con las mejores prácticas y recomendaciones de los organismos internacionales. Éste fue un primer gran paso en la dirección correcta, aunque hay que reconocer que el tramo legislativo por recorrer es aún largo y complejo.

¿Qué esperar hacia adelante? Desde luego, tenemos las formalidades a ser agotadas: aprobarse en el Pleno de San Lázaro, ir al Senado en calidad de minuta, turnarse y aprobarse en comisiones, luego de nuevo al Pleno de la cámara revisora, y sólo si se aprueba en los mismos términos que con los diputados, enviarse al Ejecutivo para su publicación.

No obstante, es previsible que se desatarán presiones y resistencias por parte de quienes se oponen en la industria alimenticia. Habrá legisladores a quienes, probablemente, se buscará persuadir para postergar la discusión. Se dará una lucha por las prioridades de la agenda parlamentaria, al haber diversos pendientes en ambas cámaras para el próximo periodo (paquete económico 2020, leyes secundarias educativas, el fuero, la revocación de mandato, entre otros).

Creo, sinceramente, que ésta será una prueba que demostrará cuál es el nivel de seriedad con el que la actual legislatura del Congreso pretende impulsar los principales desafíos de la salud pública para proteger la calidad de vida de los mexicanos.

Resolver la cuestión del etiquetado es condición necesaria, mas no suficiente para vencer a la obesidad. Hay otros pendientes de gran importancia, como mejorar la regulación de la publicidad dirigida a niños, ampliar la disponibilidad de agua potable, garantizar el cumplimiento de la prohibición de la comida chatarra en las escuelas, intensificar las estrategias de carácter fiscal, etc. Sin embargo, el tema del etiquetado tiene que salir adelante, de lo contrario, se estaría cayendo en simulaciones.

En pocas ocasiones podemos ver un tema que, con esta magnitud, concentre tantos derechos y de tal relevancia como el derecho a la salud, a la alimentación, el interés superior de la niñez y de los consumidores para tener acceso a información que nos facilite tomar decisiones saludables.

Tenemos derecho a saber qué estamos comiendo de manera clara y oportuna, y también, a contar con representantes populares que antepongan el bienestar de nuestras familias por encima de cualquier otro interés. Pronto sabremos si se estuvo a la altura del reto.

POR JESU?S A?NGEL DUARTE

COLABORADOR

@DUARTE_TELLEZ

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