El gobierno federal ha colocado como sus casos emblemáticos de combate a la corrupción, las compras injustificadas de gobiernos anteriores. Ha puesto énfasis en negocios que decidió Pemex con Emilio Lozoya, como la compra de la planta de Agronitrogenados a Altos Hornos de México en 2013, de Grupo Fertinal en 2015 o los contratos con Odebrecht.
En semanas, autoridades administrativas y penales han anunciado sanciones contra Lozoya, su familia y dos de sus hombres más cercanos: José Carrera Panizzo, exdirector de Administración y Finanzas de PMI Comercio Internacional, y Edgar Torres, quien dirigía Pemex Fertilizantes.
Ambos negocios fueron muy señalados en el sexenio peñista por Rocío Nahle, hoy secretaria de Energía, primero como asesora de Dolores Padierna y luego como diputada federal. Pero hay otro tema que la propia Nahle colocó como un caso emblemático de “daño al Estado” y una “aventura comercial” y no ha sido señalado por las autoridades en el actual gobierno: la enajenación, también en 2013, del complejo petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, a favor de Mexichem, una compañía propiedad de la familia Del Valle Perochena.
En 2013, Pemex decidió enajenar Pajaritos y hacer un negocio conjunto con Mexichem. Le costó más de 3 mil millones de pesos y fue señalado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) como “injustificado”.
Se operó mediante una compañía en España para “pagar menos impuestos”, según aceptó Pemex a la ASF. La familia Del Valle Perochena también firmó un cuestionado acuerdo de prioridad en la compra de etano, que criticó la ASF y vence en 2024. El Congreso fue requerido para investigar si en este acuerdo existieron actos de corrupción. Los resultados no son hasta ahora públicos.
Poco antes de dejar la administración, el gobierno peñista vendió su participación en la empresa conjunta en la que eran socios Pemex y Mexichem: Petroquímica Mexicana del Vinilo. Anunciaron que en cinco años habían ganado menos de 500 millones de pesos. Nunca se presentaron auditorías al proyecto.
El 24 de julio, mientras se divulgaba que las autoridades alemanas detenían a la madre de Lozoya, Gilda Margarita Austin, en México la vocería de la presidencia anunciaba que Andrés Manuel López Obrador se había reunido con Antonio del Valle Perochena, consejero patrimonial de Mexichem y presidente del Consejo Mexicano de Negocios. La Presidencia anunció que el encuentro había sido “agradable y respetuoso” y que hablaron “de cómo sacar adelante a México”.
Las observaciones de las auditorías al caso Mexichem son amplias y graves. Veremos en los próximos meses si las autoridades administrativas y penales también ponen atención a este caso, que conoce tan bien la secretaria Nahle y que hasta ahora no ha sido mencionado como prioridad por la administración obradorista.
POR PENILEY RAMÍREZ
PENILEYRAMIREZ@UNIVISION.NET
@PENILEYRAMIREZ
edp