Haz tu denuncia aquí

Hacer lo correcto

Vivimos en la actualidad en medio de la vociferación, de las descalificaciones sin pruebas, del incesante ruido

OPINIÓN

·

Las tergiversaciones del lenguaje con fines políticos modifican hábitos y conceptos, incluso la manera de percibir el mundo. Se sacaron de la manga lo políticamente correcto, para hacer a un lado la ética y lo moral.

El tema no es sencillo, como tampoco lo es servir al Estado, a la fe y/o a la comunidad. Lo correcto no es exclusivo para referir a lo educado, a lo cortés, a lo que es norma en el trato social. Es un asunto que tiene que ver con la formación y el comportamiento ante los dilemas cotidianos o los excepcionales.

Hacer lo correcto previene contra tragedias y catástrofes. Las consecuencias de no hacerlo suelen rebasar proporción y medida, se convierten en descomunales.

Para comprender cabalmente la corrección ética y moral, recomiendo la lectura del texto de Fernando Solana Olivares publicado en Milenio el viernes 5 de julio. Narra y aquilata, en su auténtico valor, lo hecho por Carola Rackete, capitana de un barco alemán, que rescató en el Mediterráneo y llevó a Lampedusa, Italia, a un grupo de migrantes norafricanos dejados a la buena de Dios, cuyo salvamento estaba “prohibido” por las autoridades italianas. La capitana fue arrestada al atracar, pero liberada casi de inmediato, por un juez que supo distinguir entre lo bueno y lo malo de lo políticamente correcto, para sólo hacer lo moral y éticamente justo, adecuado, propio.

Hace muchos años que pocos proceden así, sea por temores personales o por comodidad, y tanto paga la humanidad en muertes, agravios, destrucción y humillaciones. Los registros históricos no mienten. Se desató la Segunda Guerra Mundial, porque Chamberlain y Daladier no quisieron hacer lo correcto, como tampoco procedieron así, una vez iniciada, Pío XII, Churchill y Roosevelt, cuyo silencio cómplice sobre los campos de concentración facilitó la muerte de algunos cientos de miles más.

Cómo saber si Truman hizo lo correcto al autorizar el lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Japón. Buscaría la respuesta entre los tripulantes del Enola Gay, porque fueron los testigos inmediatos de las consecuencias de su obediencia militar y patriótica.

Baltasar Garzón hizo lo correcto hasta que le pararon los tacos; Luis Raúl González Pérez procede igual, pero ya le serruchan el piso y el futuro. Nadie recuerda al fiscal Jim Garrison, que fue barrido por la actuación políticamente correcta de la Comisión Warren.

Donald Trump gobierna en contra de los principios fundamentales de la ética y lo moral, como ocurre con otros muchos gobernantes, que pierden de vista que para servir al Estado es necesario conducirse correctamente, y no apegados a lo políticamente correcto.

Vivimos en medio de la vociferación, de las descalificaciones sin pruebas, del incesante ruido, ahogados en la hipótesis de que actúan en tesitura a los tiempos políticos y de acuerdo a las exigencias de las redes sociales, pero hace mucho los políticos, líderes y barones del dinero dejaron de hacer lo correcto.

POR GREGORIO ORTEGA MOLINA

WWW.GREGORIOORTEGA.BLOG 

@ORTEGAGREGORIO