En magno evento realizado en el Campo militar Marte y con un Reglamento que retoma atribuciones de la Policía Federal, el 30 de junio inició formalmente sus operaciones la Guardia Nacional.
Con este motivo se anunció que 70 mil elementos serán desplegados en 150 regiones de las 266 en que fue dividido el país de acuerdo a su incidencia delictiva.
Lo que no se aclaró es que 21 mil 500 de ellos, casi un tercio de su estado de fuerza inicial, ya había sido destinado desde el 18 de junio para contener el flujo migratorio ilegal en su ruta hacia Estados Unidos; 6 mil 500 uniformados en la frontera sur y 15 mil en el norte.
Como consecuencia de lo anterior, las 150 regiones serán atendidas por los 48 mil 500 efectivos restantes, correspondiendo a cada una de ellas un promedio de 323 efectivos.
Hasta aquí las cifras parecen cuadrar sin ningún problema, sin embargo, una revisión a detalle indica que para alcanzar los 70 mil elementos fue necesario incorporar 35 mil de la Policía Militar (de 36 mil que la integran), 8 mil de la Naval y 18 mil de la PF, si es que el reciente conflicto no afecta el proceso, más otros 9 mil de los cuales no se precisa origen.
Cabe agregar en anuncios previos el propio Titular del Ejecutivo adelantó (24 de abril) que al cierre de 2019, el estado de fuerza de la GN sumaría 80 mil efectivos y al final de su administración serían 150 mil, sin reparar que en el Plan Nacional de Desarrollo se mencionan 140 mil.
En la víspera del inicio de operaciones el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana anunció que el estado de fuerza inicial sería de 61 mil (cifra que coincide con la suma de efectivos de las policías Militar, Naval y Federal), mientras que el Secretario de Marina informó que serían 72 mil.
Sin embargo, el 30 de junio en el Campo militar Marte el estado de fuerza se homologó a 70 mil para el inicio de operaciones y 150 al cierre de la presente administración.
En materia de reclutamiento, el propio Presidente de la República informó (24 de abril) que para 2019 serían reclutados 20 mil nuevos elementos y así sucesivamente hasta completar los 80 mil faltantes. Es decir que para los restantes 60 mil efectivos tendrían que reclutarse 15 mil por año durante los próximos 4, pero que no cause baja ninguno de ellos.
Una vez definidas las cifras y tomando como base el porcentaje de aprobación en control de confianza del personal operativo de nuevo ingreso a la PF, que en promedio es del 30%; para incorporar 20 mil nuevos efectivos tendrían que ser evaluados 66,600 aspirantes.
Lo anterior parece difícil si se toma como referencia lo difundido por la revista “Proceso”, que únicamente 6 civiles se han registrado para incorporarse a la GN.
En síntesis, para incorporar 80 mil nuevos elementos a esta naciente corporación, será necesario que en 5 años sean evaluados 266,400 aspirantes. Si tomamos en cuenta que cada examen de control de confianza tiene un costo promedio de 5 mil pesos, el presupuesto para este rubro sería superior a los mil 300 millones de pesos.
De ese tamaño es el reto.
POR FACUNDO ROSAS