Entre la Interpol y el capricho

Esta semana el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, determinó que mi expulsión del PRI y por ende el despojo de mi candidatura a la presidencia del partido, fue un procedimiento ilegal e injusto. Esta sentencia inapelable nos permite a Daniel Santos y a mí, retomar mis actividades de proselitismo, después de 12 días en que tuvo vigencia el dictamen pernicioso de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria. Cualquier persona podía percibir la mala fe, simplemente comparando las dos más recientes expulsiones que había determinado el órgano de “justicia” del PRI. Después de tres años de proceso sancionador, el 30 de mayo pasado se había determinado la salida del partido del ex Gobernador de Chihuahua César Duarte. En mi caso, yo presenté el viernes un exhorto para que se dictaminara de inmediato sobre las impugnaciones que interpuse en contra de Ivonne Ortega Pacheco por los gastos millonarios acontecidos por actos anticipados de campaña y el sábado 28 se hizo pública mi expulsión. No hay lógica aritmética, ni argumento razonable; mientras que las investigaciones en contra de César Duarte tardaron 1084 días, es decir que lo expulsaron 26 mil 16 horas después; entre mi más reciente petición de justicia con respecto a los actos ilegales de Ivonne Ortega y mi expulsión, pasaron menos de 15 horas. Un “militante distinguido” como Duarte, que hoy tiene una ficha roja levantada por la Interpol por el delito de peculado agravado, dispuso de más de 26 mil horas extra en comparación con el golpe autoritario que sufrí. Y eso que de acuerdo a la Interpol, “Una notificación roja es una solicitud a fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de extradición, entrega o acción judicial similar”. Conmigo sólo bastó mi intención de que la integrante del “Cártel de los Dinosaurios” fuera sancionada. Y es que claramente la única beneficiada de mi expulsión era Ivonne Ortega, porque legalmente al momento de que se determinó mi expulsión, yo ya no tenía interés jurídico en asunto interno alguno del PRI, con lo que mis denuncias se iban al bote de basura por improcedentes y cesaban las investigaciones en contra de la yucateca. Para desgracia de Ivonne y del Presidente de la Comisión de Justicia, salieron exhibidos por su pérfido contubernio. Es absurdo histórico que en 1929 un Elías Calles haya convocado a la unidad a los jefes revolucionarios para fundar el PNR y 90 años después su nieto con el mismo apellido se haya prestado a poner en riesgo el proceso interno en trámite, al expulsarme. Por todo lo antes descrito, tengo argumentos razonables para dudar de la imparcialidad de la Comisión de Justicia Partidaria, por lo que anticipo que si mantienen su pacto de impunidad con Ivonne Ortega y la exoneran con argumentos legaloides, acudiré sin reservas al TEPJF, porque sé que actuaran con la imparcialidad e independencia que siempre los ha distinguido. Así continuo con mis actividades y me declaro lista para debatir con Ivonne Ortega y Alejandro Moreno el próximo 17 de julio. Antes de ganar la elección, ganaré el debate.

Por Lorena Piñón Rivera

Candidata a la Presidencia Nacional del PRI

@LORENAPIGNON