La maldad de la banalidad (I)

Ece Temelkuran identifica siete etapas que convierten a líderes populistas en verdaderos autócratas

Ece Temelkuran recuerda claramente el 15 de julio de 2016, la noche del golpe en Turquía orquestado por el presidente Erdogan para reforzar su poder como líder absoluto del país desde 1999. Por televisión Erdogan arenga a la gente a tomar las calles para defender la patria. Y luego, las imágenes de la multitud matando a golpes a jóvenes soldados: casi 300 muertos y más de 6,000 arrestados, entre ellos jueces y altos militares. Para Temelkuran, premiada novelista y periodista crítica de Tayyip Erdogan, el episodio marcó el climax en el largo retroceso de la democracia turca hacia el autoritarismo. Por eso, cuando ese mismo año el Reino Unido votó por el Brexit y en Estados Unidos eligieron a Trump, el discurso populista-nacionalista resonó en su memoria. A tres años de distancia, las similitudes entre los sucesos resultan imposibles de minimizar y con ánimo de sacar lecciones que sirvan a otros, publica su libro “Cómo perder un país. Siete pasos de la democracia a la dictadura.” Independientemente de las características propias de cada país, la autora identifica 7 etapas que convierten a líderes populistas en verdaderos autócratas. Se trata de una tendencia histórica, dice y parafraseando a Hannah Arendt “está convirtiendo la banalidad del mal, en la maldad de la banalidad”. 1. Crear un movimiento, que represente a la gente real, al pueblo auténtico, no cosmopolita. Enarbolar los agravios de los invisibles y encabezar un nuevo “nosotros” que excluye a todos los demás. La palabra mágica es “respeto”, pero al viejo estilo, de mano dura. Es lo que realmente buscan Orbán, Putin, Trump, Erdogan, por eso no hay crítica u oposición admisible. 2. Desafiar la racionalidad, infantilizar el lenguaje. En la narrativa populista no hay hechos, ni evidencias solo opiniones. Y una tendencia a simplificar el discurso, a desestimar los argumentos, a rechazar discusiones adultas. Así Chávez, Mújica, Boris Johnson, Trump o el comediante italiano Beppe Grillo. 3. Adoptar la inmoralidad como norma en el mundo de la posverdad. Crear hechos alternativos y fake news para un público anestesiado frente a la violencia y las tragedias del mundo que llenan los medios y las redes sociales en tiempo real. 4. Desmantelar mecanismos judiciales y políticos. Como Putin, Erdogan fue gradualmente controlando las finanzas nacionales hasta que cada transacción económica, de lo micro a lo macro, pasa por él. A través de elecciones anticipadas, mantiene a la oposición sin posibilidad de reagruparse y elaborar planes alternativos. Pero el verdadero daño ha sido reducir instituciones y el aparato del estado para dar la idea de que son superfluos e innecesarios. En la próxima entrega le hablaré de los tres últimos pasos: 5.Diseñar su ciudadano modelo; 6.Reír ante el horror y 7.Construir su propio país. Si, como dice Temelkuran, usted piensa que en el suyo esto no podría suceder, quizá pronto sea tarde para reaccionar.

Por Verónica Ortiz

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